Tú ya eres un ciudadano de "Mi Reino"


Ciudadano de mi reino
Conoces el viejo dicho, "según donde estés, has lo que ves". O "según donde fueres, has lo que vieres". Podríamos extender esto a: "Al vivir en el mundo, haz lo que las personas mundanas hacen". Pero Dios dice, "Tú eres un ciudadano de MI reino ahoraasí que has lo que los Santos hacen ahora. Haz lo que hace Jesús quiere hacer ahora, -prestándole tus manos y tu voz- en cada lugar del mundo a donde fueres, o en el que te mueves.
Eso es lo qué nos recuerda San Pablo en la primera lectura de hoy.
Piensa en lo que sucede cuando visitas a viejos amigos o a familiares que viven un estilo de vida PECADOR o poco sano, o cuando pasas horas cada día trabajando lado a lado u hombro a hombro, con personas mundanas. Quizás eras tal como ellos antes de entregar tú vida a Cristo.
Ahora que has viajado por la conversión espiritual y la sanación emocional, ¿que tan fácil es volver atrás a las maneras mundanas y poco sanas cuando estás alrededor ellos? ¿Te permites ser infectado por sus actitudes y vicios? (el lenguaje obsceno, por ejemplo, o chismeando y hablando mal de los demás) O ¿te comportas como los Santos?, tus nuevos amigos.
A veces, pensamos que tenemos que "mezclarnos" con ellos, los que siguen un estilo de vida "pecador", para que seamos aceptados, o hacernos los de "la vista gorda" para evitar problemas en el lugar de trabajo. Pero, como nos indica San Pablo,Jesús es la única fuente verdadera de la paz.
Hay una pared de enemistad que nos divide de los que no conocen a Jesús o no lo conocen lo suficiente como para comportarse como él, y la única manera de romper esto es "por la Carne". ¿Cómo se hace esto? ¡Adivina qué!... Nosotros somos su Carne siempre que hacemos lo que Jesús haría. Cuándo nosotros nos unimos al Cuerpo de Cristo y a su Sangre en la Eucaristíanosotros llegamos a ser Eucaristías para el mundo. Al final de cada Misa, nosotros somos enviados con una bendición que nos da el poder de ser Jesús para los demás.
Por lo tanto, podemos y debemos hacer lo que Jesús haría siempre que interactuemos con el mundoamando a todos sin importar como nos traten, perdonándolos no importa cuantas veces pequen, teniendo paciencia y siendo amables, acercándonos para ofrecer sanación siempre que la busquen, defendiendo al oprimido, explicando la verdad cuando las personas llegan a estar dispuestas a aprender, etcétera, etc.  Like us on Facebook
En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús dice que debemos estar preparados constantemente para nuestro Maestro. ¿Cuándo él toque, nos encontrará despiertos y listos para saltar en acción, ciñéndonos, para correr a dondequiera que él nos envíe? ¿Estarán encendidas brillantemente nuestras lámparas para que el mundo pueda ver quiénes somos y Quiénestá en nosotros? O... ¿no lo escucharemos tocar porque estaremos distraídos con el ruido del mundo?
En cada momento, nosotros, o somos unidos a Cristo o desaparecemos en la oscuridad de la conducta mundana alrededor de nosotros. Dios dice, "Tú ya eres un ciudadano de MI reino ahora, así que has lo que los Santos hacen. Has lo que Jesús hace. ¡Todo el tiempo"!  Like us on Facebook  Follow us on Twitter
Reflexión de Las Buenas Nuevas 
Martes de la Vigésima Novena Semana del Tiempo Ordinario
23 de octubre, 2012
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica
 
La Puerta de la Fe
  1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida.
  2. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14).
  3. El año de la fe. Comenzó el 11 de oct de 2012, y terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de nov de 2013.
  4. En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).
  5. Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia.
BENEDICTUS PP. XVI (convocatoria al año de la fe)


Lecturas del Día:
 
Efesios 2:12-22
Salmo 85:9ab-14
Lucas 12:35-38