El papel del marido en el matrimonio



 
El papel del marido en el matrimonio 2
   
  Un poco de bondad llega muy lejos. 
Se esparce como ondas en una piscina o alberca. Moja tu dedo en el agua, y creas una onda que avanza al otro lado de la piscina, rebota con la pared y regresa a ti. Para cuando te alcanzan, las ondas pequeñas parecen diferentes a las originales que habías mandado, pero siguen siendo ondas.

Entonces es con la bondad que esparcimos, cuando nos sometemos unos a otros. Este es el significado detrás del mensaje de la primera lectura de hoy, que es una de las lecturas de la escritura recomendadas para las bodas. Muchas parejas escogen NO utilizar esta escritura porque la entienden mal. La leen aparte de los Evangelios y asumen que dicen a las esposas que sean inferiores a los maridos y que las esposas siempre deben abandonar sus propios deseos y objetivos cuando surgen conflictos entre ellos.

Esto está lejos de la verdad, como es aclarado por lo que dice San Pablo acerca del papel del marido en el matrimonio. Para que un hombre ame a su esposa de la manera que Cristo ama a la Iglesia, él tiene que ser un amante que es también un sirviente. Esto es a lo que la esposa se debe someter: ¡Ser servida por su marido de la manera que Cristo nos sirve!
El marido, como cabeza de la familia, es el Sumo Sacerdote de la casa, haciendo sacrificios como Jesús los hizo. Él debe ser un buen pastor que pastorea a la familia en campos exuberantes de alimento espiritual, como Jesús el Buen PastorÉl debe ser un proveedor amoroso que cuida de las necesidades de su familia, y él debe ser un profeta santo que les entrega la sabiduría de Dios - como Jesús

A ESTO es a lo que la esposa debe someterse, y a nada más. ¡Si el marido trata a su esposa de esta manera, no es sorprendente que ella querrá someterse a su cuidado! Sé que en mi papel como esposa yo puedo alcanzar más mi potencial cuando mi estimado esposo Ralph es Cristo para mí. También en mi papel como Directora ejecutiva de los Ministerios de Las Buenas Nuevas: Si no fuera por los sacrificios de Ralph ofrecidos en amor, yo no habría estado libre para trabajar aquí en este Ministerio de comentar el Evangelio, y las lecturas diarias de la Misa, como lo he hecho.
El matrimonio NO es una relación que aplasta el alma del superior al inferior; es la igualdad en el amor verdaderoSomos Cristo uno para el otroLa sumisión sagrada significa respeto y cooperación mutua

Cuando un marido NO es Cristo para su esposa, ella no está bajo ninguna obligación de someterse a su maldad ni mundanería. Ella todavía es llamada a amarlo y para hacer el bien a él, pero si él es abusivo o infiel, ella quizás tenga que amarlo de lejos.
El mismo principio de Efesios 5 se traspasa a otras relaciones que envuelven la jefatura: parroquianos y sus sacerdotes, los empleados y sus jefes, los ciudadanos y sus líderes de gobierno, y niños dependientes y sus padres. Cada persona que tiene la autoridad sobre nosotros es llamada a ser Cristo para nosotros, y nosotros somos llamados a someternos a lo que es como Cristo.

Reflexión de las Buenas Nuevas
Martes de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario 
30 de octubre, 2012
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica 
El papel del marido en el matrimonio
 
Reflexiones para el Alma
  
La Puerta de la Fe
  1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida.
  2. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luztres hilospermanezca oculta (cf.Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14).
  3. El año de la fe. Comenzó el 11 de oct de 2012, y terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de nov de 2013.
  4. En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).
  5. Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia.
BENEDICTUS PP. XVI (convocatoria al año de la fe)

Lecturas del Día:

Efesios 5:21-33
Salmo 128:1-5
Lucas 13:18-21