Un poco de bondad llega muy lejos.
Se
esparce como ondas en una piscina o alberca. Moja tu dedo en el agua, y
creas una onda que avanza al otro lado de la piscina, rebota con la
pared y regresa a ti. Para cuando te alcanzan, las ondas pequeñas
parecen diferentes a las originales que habías mandado, pero siguen
siendo ondas.
Entonces es con la bondad que esparcimos, cuando nos sometemos unos a otros. Este
es el significado detrás del mensaje de la primera lectura de hoy, que
es una de las lecturas de la escritura recomendadas para las bodas.
Muchas parejas escogen NO utilizar esta escritura porque la entienden
mal. La leen aparte de los Evangelios y asumen que dicen a las esposas
que sean inferiores a los maridos y que las esposas siempre deben
abandonar sus propios deseos y objetivos cuando surgen conflictos entre
ellos.
Esto está lejos de la verdad, como es aclarado por lo que dice San Pablo acerca del papel del marido en el matrimonio. Para que un hombre ame a su esposa de la manera que Cristo ama a la Iglesia, él tiene que ser un amante que es también un sirviente. Esto es a lo que la esposa se debe someter: ¡Ser servida por su marido de la manera que Cristo nos sirve!
El marido, como cabeza de la familia, es el Sumo Sacerdote de la casa, haciendo sacrificios como Jesús los hizo. Él debe ser un buen pastor que pastorea a la familia en campos exuberantes de alimento espiritual, como Jesús el Buen Pastor. Él debe ser un proveedor amoroso que cuida de las necesidades de su familia, y él debe ser un profeta santo que les entrega la sabiduría de Dios - como Jesús
A ESTO es a lo que la esposa debe someterse, y a nada más. ¡Si el marido trata a su esposa de esta manera, no es sorprendente que ella querrá someterse a su cuidado! Sé
que en mi papel como esposa yo puedo alcanzar más mi potencial cuando
mi estimado esposo Ralph es Cristo para mí. También en mi papel como
Directora ejecutiva de los Ministerios de Las Buenas Nuevas: Si no fuera
por los sacrificios de Ralph ofrecidos en amor, yo no habría estado
libre para trabajar aquí en este Ministerio de comentar el Evangelio, y
las lecturas diarias de la Misa, como lo he hecho.
El matrimonio NO es una relación que aplasta el alma del superior al inferior; es la igualdad en el amor verdadero. Somos Cristo uno para el otro. La sumisión sagrada significa respeto y cooperación mutua
Cuando
un marido NO es Cristo para su esposa, ella no está bajo ninguna
obligación de someterse a su maldad ni mundanería. Ella todavía es
llamada a amarlo y para hacer el bien a él, pero si él es abusivo o
infiel, ella quizás tenga que amarlo de lejos.
El
mismo principio de Efesios 5 se traspasa a otras relaciones que
envuelven la jefatura: parroquianos y sus sacerdotes, los empleados y
sus jefes, los ciudadanos y sus líderes de gobierno, y niños
dependientes y sus padres. Cada
persona que tiene la autoridad sobre nosotros es llamada a ser Cristo
para nosotros, y nosotros somos llamados a someternos a lo que es como
Cristo.
Reflexión de las Buenas Nuevas Martes de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario 30 de octubre, 2012
Esta
reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es
utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el
Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener
permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica
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