Comprobar que el cielo es verdadero

 


 

 
¿ Estás segur@ que vas a ir al Cielo ?
  
¿Tú sabes que vas a ir al cielo, correcto? Como dice en la primera lectura de hoy, tenemos prueba de que Jesús nos da vida eterna - prueba proporcionada por Dios mismo por medio del agua bautismal del arrepentimiento y la adopción, y del bautismo expiatorio de la sangre del Cristo, y por medio del Espíritu de la Verdad que vive dentro de nosotros.
Hay tres maneras en las que el Espíritu Santo testifica que Jesús nos da el cielo a nosotros: Primero, el Espíritu cubrió a la Virgen María para concebir a Jesús milagrosamente. Segundo, cuando Jesús salió de las aguas de su propio bautismo - el "rito de iniciación" de su ministerio público - el Espíritu descendió sobre él. El tercero, cuando Jesús derramo su sangre por nosotros, él le encomendó su Espíritu al Padre, y después se levantó de entre los muertos para llevarte a ti y a mí a la vida eterna.
Estas tres pruebas son de un acuerdo.

 Ellas trabajan en conjunto para decir el mismo mensaje. Y ahora que se nos ha dado el Espíritu Santo de Jesús mismo, nosotros somos la prueba de que ese cielo es verdadero.
¿Te sientes a veces como que no tienes mucho valor? El Espíritu de Dios en ti da testimonio de que tienes un valor tremendo. Primero, cuando fuiste concebido en el vientre de tú madre, tú fuiste hecho a la imagen y la semejanza de Dios. Al tú ser como Dios quiso que fueras, tú, quienes otros pueden ver, revelas al mundo como es Dios, quien ellos no pueden ver.

¡Segundo, en el sacramento de tú bautismo, el Espíritu descendió sobre ti y el Padre te dijo, "Este es mi amado hijo, en quien me complazco "! Así fuiste iniciado en el ministerio de Cristo, y has sido enviado a dar su amor y sanación y la salvación al mundo en el que vives, trabajas, y sirves.
Tercero, cuando permites que tus sufrimientos sean una ofrenda de amor por los demás, tú sacrificio es evidencia visible del sacrificio de Cristo. Este sacrificio no destruirá tú espíritu pero lo purificará y lo reforzará. 

Tú vida continua en el Espíritu Santo, ayudará a Jesús a llevar a otros a la vida eterna, porque es un testimonio de cómo Dios resucita la bondad de cada mala situación.
¿Cuán bien estás traduciendo este testimonio en un idioma que los demás pueden comprender? ¿Más específicamente, estás dándote a ti mismo a los demás en maneras que les permitirá experimentar lo qué es valioso en ti? ¿Estás en el ministerio, cambiando al mundo compartiendo con los demás los regalos que Dios te ha dado a ti? Si ese es el caso, tú eres la presencia verdadera de Cristo. ¡Y así es como puedes estar seguro de que vas a ir al cielo! 

 Y es así como llevas a los demás contigo a la vida eterna

Reflexión de Las Buenas Nuevas
Viernes después de la Epifanía
11 de enero, 2013
 
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica
  
Las Bendiciones


"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).

Bendíganse en todo momento,
al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te  bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga.     Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.

"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)

Lecturas del Día:
 
1 Juan 5:5-13
Salmo 147:12-15, 19-20
Lucas 5:12-16