Toma fe para amar a pesar de nuestros temores

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¿Qué nos causa que tengamos miedo? Básicamente, la raíz de cada temor es la suposición que no somos amados, no realmente-realmente amados. Tenemos miedo de ser francos y honestos con los demás porque ellos quizás tomen ventaja de ello para lastimarnos.
Tenemos miedo de que nuestras oraciones no sean contestadas porque no le importamos a Dios Y tenemos miedo de que nosotros no seamos dignos de ser amados, porque muy en el fondo tenemos miedo de amarnos a nosotros mismos.


La primera lectura de hoy describe las varias maneras en las que actuamos en amor y después nos señala que al depender de la ayuda de Dios, quien es amor, nosotros no tenemos nada que temer. En otra parte en la escritura, se nos dice que "no hay temor en el amor, porque el amor perfecto saca al temor. ..." (1 Juan 4:18).

Vencer al temor toma fe.
Toma fe "permitir el amor fraternal que continúe" cuando el hermano nos irrita y tenemos miedo de ser lastimados otra vez. Toma fe "no descuidar la hospitalidad" cuando estamos cansados de las personas desagradables y tenemos miedo a lo que quizás nos lleven nuestras bondades.


Toma fe
"tener presente a los presos como si compartiéramos su encarcelamiento" cuando sabemos que ellos han violado la ley y no nos gustaría encontrarnos con ellos en un callejón oscuro. 

Toma fe para no temer ser agobiados por la indigencia del abusado y otros que han sido maltratados.
Toma fe perseverar en un matrimonio cuando el stress en una relación nos hace tener miedo del rechazo del esposo o de los malentendidos o la traición o los arrebatos emocionales. Toma femantener la cama del matrimonio sin deshonrar en vez de recurrir a un substituto para el esposo(a) cuando nosotros nos sentimos descuidados.

Toma fe permanecer libre del amor al dinero y estar conformes con lo que ya tenemos cuando tenemos miedo de que no sea suficiente. Toma feutilizar nuestro dinero y posesiones en beneficio de los demás cuando tenemos miedo de que sea mal utilizado.

Cuándo nosotros hacemos todo "en amor", nosotros lo hacemos en Jesucristo, quien es el mismo ayer, hoy, y para siempre. Él no nos abandonará en nuestras necesidades. Los riesgos que tomamos por el amor nos mantienen seguros en el cuidado protector de Dios y en su ayuda. Nuestros actos de amor no siempre producirán los resultados que quisiéramos ver, y seguramente seremos lastimados cuando amamos valientemente a todos incondicionalmente, pero esto no es lo que importa - no realmente.

Lo único que importa es que Dios soluciona todo para el bien.Si lo que tenemos miedo de que quizás suceda verdaderamente sucede, él lo convertirá en una bendición.¡Esa es la generosidad de su amor por nosotros!
Eso es bueno recordar con la llegada de la cuaresma: la temporada del sacrificio y la caridad.

Reflexión de la Buena Nueva
Viernes de la Cuarta Semana del Tiempo Ordinario
8 de febrero, 2013


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica



Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
Bendíganse en todo momento,

al despedirse, al acostarse, al saludarse...< Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga. Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos. "Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9). "Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)

Lecturas del Día:<  Hebreos 13:1-8
Salmo 27:1, 3, 5, 8b-9
Marcos 6:14-29


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