Caminar CON Jesús EN el "fuego de las tentaciones"


En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús nos invita a avanzar en nuestra habilidad de confiar en Dios. "si perseveran en mi palabra," dice él, "serán verdaderos discípulos míos. Y ya que les interesa aprender de mí, conocerán la verdad, y la verdad los hará libres". ¿Libres para hacer qué?

Vivir según las enseñanzas de Cristo es liberante, aun cuando no tienen sentido, porque sus maneras son siempre las mejores maneras -y no tenemos que estresarnos ¡tratando de cambiarlas!
Parece perjudicial perdonar a los que no lo merecen, pero tal amor incondicional nos libera del dolor persistente de años con envidia, enojo, ansiedad y temor.

La venganza empeora las cosas. Discutir es una forma de venganza. Aún "la ley del hielo" es una forma de venganza. Cuándo estamos dispuestos a hacer el bien a nuestros enemigos en vez de encontrar las maneras de vengarnos, nosotros estamos libres de la preocupación de que el problema aumentara.

Amar a nuestros enemigos significa vivir por las enseñanzas que nos llevan a la cruz. No tiene sentido ponerse en el fuego del sufrimiento por amor, pero esto es santidad de verdad. Rescatados de la esclavitud del pecado, somos libres para ser santos por medio del poder del Espíritu Santo que habita en nosotros.
Esto requiere confianza. Tenemos que confiar en que: (1) Dios sabe lo que él hace y te hará triunfante sobre el mal, y (2) el resultado final será mejor de lo que podríamos imaginarnos.

Sadrak, Mesak, y Abed conocían este tipo de confianza (primera lectura de hoy). ¿Cuáles son las tentaciones o "fuegos" en tu vida? La manera fácil de salir de esto lleva a la esclavitud. Los atajos producen resultados equivocados; los trabajos equivocados, las relaciones equivocadas, las decisiones equivocadas te llevan al desastre - todo esto aumentan nuestra envidia, enojo, temores, ansiedades y frustraciones.

La manera correcta es caminar CON Jesús EN el "fuego de las tentaciones" hasta que las llamas se extingan por si solas. Jesús aguantó "el fuego" del Viernes Santo, porque él confió en que produciría la alegría ilimitada de la victoria de la resurrección. Para seguir a Jesús como un verdadero discípulo, tenemos que aceptar la cruz por el bien de la victoria. Es una verdad desagradable, pero nos libera para disfrutar la vida a pesar de las dificultades.

Así como Sadrak, Mesak, y Abed fueron visitados en el fuego por alguien "como un hijo de Dios", así, también, Jesús permanece cerca de nuestro lado dentro de nuestros fuegos. En el fuego o tentación es donde dependemos de él aún más. En el fuego es donde experimentamos lo sobrenatural. En el fuego es donde nosotros morimos con él para que seamos levantados a una vida gloriosamente más santa, donde Dios mismo nos alaba por nuestra fidelidad, y donde nos unimos a Jesús en completa unidad íntima.

En lugar de buscar una salida de los fuegos que estas soportando en este momento, busca la presencia de Jesús dentro de esos fuegos. Abrázalo. Mantente firme con él. Dale tu confianza.
Reflexión de las Buenas Nuevas
Miércoles de la Quinta Semana de Cuaresma
20 de Marzo del 2013
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html
© 2013 por Terry A. Modica

Las Bendiciones


"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).

Bendíganse en todo momento, al despedirse, al acostarse, al saludarse...

Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te  bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga.     Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.
 

"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).

"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)

 
Lecturas del Día:
 

Daniel 3:14-20, 91-92, 95
Daniel 3:52-56
Juan 8:31-42