Nadie es superior o inferior - solo somos diferentes‏


  
  





¿Eres un Bernabé? 
 A veces pareciera que él se ha desaparecido en la sombra de San Pablo. Por un largo tiempo, estos dos hombres fueron compañeros en su ministerio, pero es a Pablo a quien recordamos debido a la abundante cantidad de escrituras. Bernabé no fue menos apóstol, ni fue menos importante en la divulgación del Evangelio. Tenemos un vistazo de esto en la primera lectura del día de hoy (Hechos 11:21-26 y 13:1-3).

¿Te estás comparando con los Pablos en tu vida, y te clasificas como menos importante? O quizás no estas alcanzando tu potencial máximo en tu ministerio porque menosprecias lo que haces; haciendo menos que los demás porque piensas que nunca lo podrás hacer tan bien como otros.

Las comparaciones están bien si usamos la información para tomar buenas decisiones. Pero si esto resulta en elevar a una persona como superior en relación a otra, entonces es malvado. Se le niega la dignidad, los dones, e individualidad a la persona llamada "inferior". Cuando nos comparan con otros; bien sea que nos eleven o nos pongan por debajo; es un pecado; Nos paraliza y NO nos deja hacer lo que podemos hacer.

Nadie es superior o inferior - solo somos diferentes. Todos estamos hechos a la imagen de Dios, quien sólo es El Superior. Y Jesús necesita que todos funcionemos juntos como diferentes partes del mismo cuerpo - su cuerpo en la tierra - para poder seguir llevando a cabo su misión de hacer este mundo un mejor lugar y llevar más almas al cielo.

 Las comparaciones que nos llevan a sentimientos de superioridad o inferioridad están basadas en una suposición - equivocada: que conocemos a cabalidad a las personas a quienes estamos comparando. Aquellos lectores, por ejemplo; quienes comparen su espiritualidad con la mía, no tienen idea de lo que me tomó llegar a donde estoy hoy, cuanto tiempo me tomo llegar a aquí, y cuáles son mis defectos (excepto mi marido, quien es suficientemente compasivo para no mencionar las fallas que ve diariamente).

La única comparación valida, la única comparación útil es, quienes somos hoy, versus, quienes fuimos en el pasado. En pocas palabras: que tan lejos hemos llegado. Nosotros solamente podemos compararnos justamente contra nosotros mismos. Esto es lo que nos lleva al arrepentimiento cuando hemos pecado, para sanarnos cuando descubrimos viejas heridas, y para usar mejor nuestros talentos.

Nunca debemos comparar nuestro pasado con nuestro presente con el objeto de hallar sólo lo que es malo y que necesite arrepentimiento o cambio. No es arrogancia elogiarnos por lo bueno que hay en nosotros, o por lo que hemos superado, o por lo mucho que hemos crecido; siempre y cuando reconozcamos que Dios es la fuente de todo esto. Ciertamente, teniendo conciencia de cuanto hemos mejorado nos da la resistencia y perspicacia para seguir mejorando, lo que glorifica a Dios de cuya imagen hemos sido creados.
Bernabé cumplió felizmente su llamado como apóstol, porque no le molesto que Pablo fuera más extrovertido, más productivo como escritor, y más requerido como predicador. ¿Eres tú un Bernabé? ¡NO! Tú eres una obra de arte de Dios maravillosa, única e incomparable, llamada a hacer lo que tú únicamente eres capaz de hacer.
 
  
Reflexión de las Buenas Nuevas
Martes de la 10ma Semana del Tiempo Ordinario
Junio 11, 2013
Memoria de San Bernabé

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html
© 2013 por Terry A. Modica

  

 
Las Bendiciones


"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).

Bendíganse en todo momento, al despedirse, al acostarse, al saludarse...


"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)

Lecturas del Día:
 
Hch 11:21-26; 13:1-3
Sal 98:1-6
Mt 5:13-16


Reflexiones para el Alma...