Piensa en una persona que deseas poder alentar en su camino de fe, alguien cuya visión espiritual es pobre.
La lectura del Evangelio de hoy nos enseña cómo ser como Cristo cuando tratamos de ayudar.
Una persona ciega, en la analogía que hace Jesús, es alguien que no puede ver las cosas a la luz de la verdad. La ceguera espiritual puede ser debida al pecado o a la ignorancia, pero siempre es peligrosa.
Hay muchas, muchas decisiones equivocadas, errores que causan más heridas, y tentaciones que alejan de Dios a la persona ciega.
Porque nos importa, queremos ayudar a las personas que están ciegas espiritualmente. ¿A quién has estado tratando de llevar a los brazos misericordiosos y sanadores de Dios?
Sin embargo, cuando utilizamos métodos que no son como los de Cristo, somos guías ciegos y caemos en trampas, a menudo arrastrando a otros con nosotros. Nuestro sendero está plagado de viejos caminos que se han hecho mas profundos por su uso prolongado, es decir, viejas conductas y hábitos que hemos forjado, alejados de Jesús.
Tenemos que hacer un esfuerzo consciente para permanecer cerca de Jesús, pidiéndole que nos señale estos caminos mientras forjamos un nuevo sendero sagrado con él. Si no hacemos esto, naturalmente caemos en las viejas formas de reaccionar, pensar, asumir, y hacer frente a las cegueras de los demás.
En nuestra ceguera, no podemos ver el daño de nuestras viejas andanzas y esto las hace peligrosas - no sólo a nosotros, sino a los que estamos tratando de ayudar. Llegar a ser como Cristo significa caminar con él el tiempo suficiente y con el fervor suficiente para canalizar un nuevo sendero mientras que los viejos se van desapareciendo por falta de uso.
Aquí hay un viejo camino, muy común y que usualmente estamos muy ciegos para verlo: Como discípulos de Cristo, nunca seremos superiores al maestro, sin embargo, a menudo pensamos que lo somos. Nos comportamos como si sabemos mas que Dios acerca de cómo resolver nuestros problemas, cómo ayudar a otros a cambiar, y que tan rápido todo debe suceder.
Llegar a ser como nuestro maestro significa estar plenamente capacitados. ¡Eso es un montón de disciplina! Recuerda que incluso Jesús tuvo que aprender antes de que pudiera servir. ¿Qué estaba haciendo durante todos esos años ocultos antes de comenzar su ministerio de salvación?
Reflexiones de las Buenas Nuevas
Viernes de la 23va Semana del Tiempo Ordinario
Septiembre 13, 2013
Memorial de Juan Crisóstomo
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2013 por Terry A. Módica
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