Encantados



Leyendo la Palabra de Dios de hoy, recordé el juego que mis compañeros y yo, jugábamos cuando niños.
Se ponía una o dos o tres "bases", había en equipo al que uno pertenecía y el equipo contrario.
Uno se sujetaba a la base y estaba "salvado", resguardado. Pero otros miembros del equipo al ir de una base a otra eran muchas veces "atrapados" por el equipo contrario. Y entonces, alguien de nuestro equipo debía ir por él. Si estaba lejos, se soltaba de la base y corría a tocarlo para "salvarlo". Se corría el riesgo de quedar atrapado en lugar del "salvado".

Si estaba cerca, muchas veces se sostenía uno de la base y se formaba una cadena para llegar a él. El enemigo podía romper la cadena y así se veían aveces atrapados dos o más en lugar de uno. Era el riesgo.
Muchas veces, nuestra base era atacada por el enemigo, con un "a las tres se quema la base" y tenía uno que correr hacia otra base o intentar regresar a la misma después de haberse soltado.

¿A qué viene todo ésto? A que Cristo descendió del cielo como nos dice la lectura de San Juan para subir al cielo...a nosotros. El se soltó de la "base" para salvarnos. Y llegar juntos a la base. Uno antes y otro después, pero a la base.

Nosotros nos unimos muchas veces, sostenidos de la "base" que es Cristo para ayudar a alguien a llegar a la base.

Pero no sin riesgos. El enemigo nos ataca, intenta destruir las cadenas que formamos, intenta atraparnos.Y el enemigo son las tentaciones que se nos presentan a diario en la vida.

Es tan importante el unirnos para sostenernos en la fé, para no sucumbir a ellas. Y si lo hacemos, confiar en que alguien vendrá a rescatarnos, a intentar salvarnos, a pesar de su propio riesgo, a pesar de que puede quedar en nuestro lugar.

Vamos de una base a otra con fé, con la esperanza y con la caridad.
Con fé en que tenemos las herramientas necesarias para llegar de una base a la otra.
Con la esperanza con fundamento, porque no hay esperanza sin fundamento, en que alguien vendrá.
Con la caridad porque sólo con caridad se puede uno arriezgar a intentar hacer algo por alguien empantanado y sólo por caridad nace la esperanza, con la fé o sea la confianza en que alguien por caridad hará el intento.

¿Confías en Dios? Entonces seguramente sabes que El actúa. Aunque se encuentre uno sumido en el fondo más oscuro, una voz nos puede guiar hacia la luz de Cristo. Como en los encantados, alguien llega en el momento oportuno con una frase, con una oración, con un "Aquí estoy"

Reflexión de Laura Aguilar para "Retazos y puntadas"

Reflexiones para el Alma
"Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"
(Solo 1/168 parte del tiempo semanal)
Matemáticas para el Alma.
"Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de convertirse en santo."
~ Arzobispo John Patrick Foley


Lecturas del Día  
Lecturas de hoy:

Números (21,4b-9)

Sal 77,1-2.34-35.36-37.38

Filipenses (2,6-11)

san Juan (3,13-17):