¿Que estas dispuesto a dejar para alcanzar la Santidad?


¿Estás listo para dejar atrás todo lo que está lastimando tu santidad?
Jesús dice en el pasaje del Evangelio de hoy: "Donde está el cuerpo, allí se juntarán los buitres también." Otra traducción lo describe más gráficamente: "donde esté el cadáver allí se reunirán los buitres." 

Yo he sido testigo de esta metáfora como una verdad literal cuando visité una parroquia que tenía muy poca vida. Había muy poca energía espiritual en las liturgias. Sus ministros no estaban creciendo, el programa juvenil era muy poco espiritual, y la formación de adultos  prácticamente no existía. ¿Era una coincidencia que los buitres regularmente estuvieran en la cruz del campanario?

Una parroquia crece sólo cuando se le permite al Espíritu Santo soplar vida en el cuerpo.

Miremos todo el pasaje; aunque enseña acerca de la Segunda  Venida de Cristo, podemos también entenderlo en términos de nuestras vidas aquí y ahora. Algunas personas "serán arrebatadas" a una vida de santidad mientras que muchas otras a su alrededor serán dejadas atrás. Noé fue subido abordo del arca mientras que otros se ahogaron en sus pecados. Lot fue rescatado del mal en Sodoma mientras que otros fueron destruidos por él.

Y tú estás siendo llevado a niveles más altos de espiritualidad y a una relación más cercana con Dios, pero tristemente, has tenido que dejar atrás a algunos miembros de tu familia y amigos que se han negado a poner más energía en la oración y formación de la fe y la llamada a la santidad.
Cuando no hay esfuerzo por la santidad, hay destrucción, deterioro y eventualmente muerte espiritual. El camino de la santidad es una vida de desafíos. Es más fácil ser arrastrado por la espiral descendente del pecado y las adicciones.

Quien busca conservar su vida la perderá, dijo Jesús. Estamos tratando de ser nuestro propio salvador cuando mentimos (es una manera de protegernos a nosotros mismos) o engañamos (para darnos a nosotros mismos una ventaja injusta), cuando elegimos los placeres del matrimonio sin el compromiso de un matrimonio sacramental (tomamos la relación según nuestros propios términos en vez de en la presencia sacramental de Cristo), cuando hacemos nuestras propias reglas basadas en lo que nos hace sentir bien y así sucesivamente.

 En otras palabras, sacrificamos nuestras almas eternas por soluciones temporales. Las palabras de Jesus "Quien renuncie a su vida la conservara" . Perder nuestras vidas en Dios significa rendir nuestros intentos a Dios y dejarlo a El encargarse. Unicamente aceptando la realidad de que sus caminos, reglas y ejemplos de amor son mejores que los nuestros podremos encontrar la vida de paz de Dios en medio de las dificultades y tentaciones
Noé renunció a una vida normal para construir un arca loca lejos en el océano, y renunció a su casa y tierra y amistades para entrar en el arca. Lot de la misma manera, renunció a todo para dejar Sodoma. ¿A qué se te está pidiendo que renuncies hoy? ¿A qué estás todavía aferrado que necesitas dejar atrás antes de que sea demasiado tarde?



Reflexiones de las Buenas Nuevas
Viernes de la 32va Semana del Tiempo Ordinario
Noviembre 15, 2013

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,  registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2013  por Terry A. Módica 

   
Lecturas del Dia: 

Sabiduria 13:1-9
Salmo 19:2-5 ab
Lucas 17:26-37
     
   

Reflexiones para el                          Alma          
   Efesios 6, 11 - 13

11. .Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo.
12.Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.
13. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.