¿Estás escondiendo algún regalo?


comunidad de fe

¿Los dones que Dios te ha dado, se supone que deben ser guardados para ti mismo (es decir escondidos)? La lámpara en la lectura del Evangelio de hoy, es la luz de Cristo dentro de ti. Cada buen regalo que has recibido - tus talentos, el dinero que has ganado con esfuerzo, tu sabiduría, tu hogar, etc. - es un rayo de la luz de Cristo tratando de brillar fuera de ti.

¿Por qué escondemos nuestros dones a veces? Es porque pensamos que no son suficientes - no son suficientemente buenos, no están listos, o no son lo suficientemente humildes para mostrarlos a los demás y dejarlos brillar.

 ¡Somos cofres de tesoros llenos de regalos! Para compartir estos tesoros se requiere que nos expongamos nosotros mismos, abriendo la tapa y permitiendo a otros que miren dentro y tomen y usen los dones que puedan beneficiarlos. ¿Te hace sentir vulnerable este pensamiento?

 No podemos hacer mucho para el reino de Dios sin exponer lo que naturalmente queremos proteger. Jesús expuso Su espalda a los látigos flagelantes, Su cabeza a las espinas, y Su cuerpo al dolor de la cruz, porque ¡TE ama! ¿Estás dispuesto a exponer Su presencia dentro tuyo, compartiendo tus dones para que otros puedan descubrir que Jesús los ama a ellos también?

 Podemos aprender de la serpiente. Para reproducirse, la serpiente hembra debe calentarse a sí misma, por lo tanto yace sobre las rocas expuesta al sol. Este es un riesgo enorme, porque hay halcones dando vueltas buscando la cena. Nosotros también, debemos arriesgarnos a exponernos al "Hijo-Luz" de Dios, donde la gente pueda vernos, para que podamos reproducir el amor que nos ha sido dado. 

Exponer la luz que hay en nosotros significa compartir nuestros dones aun cuando no es conveniente. Significa ofrecer nuestros dones a otros, aun cuando resulte en rechazo y ridiculez. Significa que, cuando resultemos heridos por relacionarnos con los demás, en lugar de encerrarnos y escapar, elijamos volvernos más fuertes amando a los demás incondicionalmente.

 Cuando compartimos nuestras capacidades, compartimos a Jesús. Uno de los mayores regalos que recibimos es la verdadera presencia de Jesús en la Eucaristía, y, cuando permitimos que otros experimenten Su verdadera presencia dentro de nosotros, no convertimos en Eucaristía para ellos.

 Jesús no estaba bromeando cuando dijo: "Escuchen atentamente... A aquellos que tengan, se les dará más; a aquellos que no tengan, lo poco que tengan se les quitará." Tenemos dones, pero si nos comportamos como que no los tenemos, se convierten en inútiles e ineficaces; los perdemos.

 Por otra parte, "Con la medida que den, recibirán, y más aún." Cuanto más generosos somos al donarnos a los demás, más crecemos en nuestras capacidades. No obstante, ¡ningún beneficio para nosotros es tan fantástico como ver a otros recibir a Dios gracias a los dones que compartimos!   

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Jueves de la Tercera Semana del Tiempo Ordinario
Enero 30, 2014


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2014. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor @ 2014 por Terry A. Módica


 "la vida no se nos ha dado para que la conservemos celosamente para nosotros mismos, sino que se nos ha dado, para que la donemos. ¡Queridos jóvenes, tengan un corazón grande! ¡No tengan miedo de soñar cosas grandes!" Papa Francisco.
Lecturas del día:
                             2 Samuel 7, 18-19, 24-29
                  Salmo 132, 1-5.11-14 (con Lucas 1,32b)
                             Marcos 4, 21-25
Sorpresa Espiriual Aqui