Ten Fe
Jesús dice en la lectura del Evangelio de hoy, "No temas - sólo ten fe." ¿Por qué Jesús habló de temor en lugar de dolor, cuando sus discípulos recibieron la noticia de que era muy tarde para sanar a la pequeña hija de Jairo? ¿Qué temía la gente? Antes que la niña muriera, sus seres queridos temían que muriera, pero luego, sólo había tristeza. ¿O lo había?
Jesús sabía que no tendría problemas en sacar a la niña de vuelta a la vida si ella muriera antes que Él llegara, pero todos los demás temían que Su poder no fuera lo suficientemente milagroso para ello. Para ellos, el último suspiro de la niña era la oportunidad final de Jesús para sanarla. Cuando no obtuvieron lo que querían, pensaron: "Es demasiado tarde."
¿Ha pasado el límite de tiempo en tu vida, y parece demasiado tarde para que Jesús haga una diferencia? ¿Hay alguien que ha estado en un camino mortal y ahora tienes miedo que sea demasiado tarde para que cambie?
Tal vez conoces personas que están rechazando aceptar a Jesús en sus vidas, y temes que mueran sin Él. O un ser querido en un camino auto destructivo de adicciones. Y qué pasa si has trabajado mucho y duro para criar a un hijo en la fe, y todo parece para nada -- ¿cuántos años sin ir a Misa es demasiado?
Jesús sabe que Él puede sacar a tus seres queridos del abismo de la destrucción, aún si toman todas las decisiones equivocadas. ¿Sabemos esto también?
Si creemos en Jesús, sí, lo sabemos. La fe no está basada en lo que vemos con nuestros ojos u oímos con nuestros oídos. La Fe no se basa en nada lógico. La fe es cuestión de creer en la verdad acerca de Jesús. Y la fe nos dice que nada es imposible para Dios. Si lo que quieres de Él es bueno, ¡Él quiere dártelo más de lo que nosotros queremos recibirlo!
Por cierto, las personas deben querer permitirle a Jesús que los ayude. La hija de Jairo podría haber dicho, "No, me gusta estar muerta. Es más pacífico aquí." Ahí es donde nuestra fe ayuda a los demás. Jesús hizo entrar a los padres de la niña (las personas que más se interesaban por ella) y a Sus propios amigos (las personas que ya habían sido testigos de Sus milagros). Sacó fuera a todos los demás. ¿Fue porque los padres y los discípulos no tenían temores o dudas? No lo creo. Es porque los milagros son eventos comunitarios. Jesús trabaja a través de la comunidad humana.
Olvida lo que te dice el temor. Escucha la verdad acerca de Jesús. Tu fe puede hacer la diferencia. Puedes pararte en la brecha - entre la vida y la muerte, sanación y destrucción - por aquellos cuya fe es débil o inexistente. Jesús te mostrará cómo.
Reflexiones de las Buenas Nuevas
Martes de la Cuarta Semana del Tiempo Ordinario
Febrero 4, 2014
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html
© 2014 por Terry A. Modica
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Rezar con los 5 dedos
La oración que enseñó el Papa Francisco
1.El pulgar es el más cercano a ti. Así que empieza orando por quienes
están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por
nuestros seres queridos es "una dulce obligación"
2. El siguiente dedo es el índice. Ora por quienes enseñan, instruyen y
sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos
necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás.
Tenlos siempre presentes en tus oraciones.
3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora
por el presidente, los congresistas, los empresarios, y los gerentes. Estas
personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión
pública. Necesitan la guía de Dios.
4. El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda, es
nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano.
Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados
por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será
demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los
matrimonios.
5. Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los
dedos, que es como debemos vernos ante Dios y los demás. Como dice la
Biblia "los últimos serán los primeros". Tu meñique debe recordarte orar
por tí. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus
propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las
tuyas.
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