Por Laura Aguilar Ramírez
Visitando la Catedral de Chartres, tuve la oportunidad de ver las obras de conservación que se están realizando ahí. Hace dos años estuvimos en ése bello recinto de fé que ahora es tan sólo un lugar turístico muy visitado. Es también un monumento reconocido como un patrimonio mundial po la UNESCO por su belleza.
La catedral de Chartres (también, catedral de la Asunción de Nuestra Señora) (en francés, Cathédrale de l'Assomption de Notre-Dame) es una iglesia catedralicia de culto católico bajo la advocación de Nuestra Señora en la ciudad de Chartres, en el departamento de Eure y Loir, en Francia, unos 80 kilómetros al sudoeste de la capital, París. Asimismo, es la sede de la diócesis de Chartres, en la Archidiócesis de Tours.
La figura más importante en la historia de esta diócesis fue el obispo Fulberto de Chartres, teólogo escolástico reconocido en toda Europa.
Es famosa por sus hermosos vitrales especialmente por uno de la Virgen con el Niño sentado en su regazo llamado Virgine de la Vertrere
Puedes leer sobre ésta bella Catedral en Wikipedia
La Catedral puede verse desde varios puntos de vista: como patrimonio de la humanidad, como un hito en la arquitectura que sirvió como inspiración para otros templos, desde un punto de vista artístico, dada la belleza de sus vitrales, estatuas, grabados. Pero yo quiero verla desde el punto de vista de la fé.
Está dedicada a la Asunción de la Virgen. En su interior está relatada de hermosa manera con estatuas la vida de la virgen, como si ella nos llevara através de ésas estatuas de la mano para conocerla.
La Catedral puede verse desde varios puntos de vista: como patrimonio de la humanidad, como un hito en la arquitectura que sirvió como inspiración para otros templos, desde un punto de vista artístico, dada la belleza de sus vitrales, estatuas, grabados. Pero yo quiero verla desde el punto de vista de la fé.
Está dedicada a la Asunción de la Virgen. En su interior está relatada de hermosa manera con estatuas la vida de la virgen, como si ella nos llevara através de ésas estatuas de la mano para conocerla.
En la ocasión anterior no pude ver nada de su belleza, simplemente me senté en una banca contemplando uno de los muchos vitrales. Ciertamente como muchos de los templos antiguos europeos podría uno pasarse muchos días viendo cada detalle de los muchos que existen, cada vitral, cada escultura. Es realmente bella como edificio. Está siendo restaurada o mejor dicho, limpiada pues después de tantos siglos de veladoras, de las inclemencias del tiempo, de guerras estaban manchadas sus paredes. Se nota la diferencia: la blancura de sus paredes, de sus estatuas en el interior puede ahora ser contemplada como cuando fué construida. Imaginé cómo debieron ser las ceremonias que ahí se llevaron a cabo, la magnificencia de los coros, de los instrumentos. Debió ser hermoso escuchar misa en ése lugar.
La imágen de la Virgen era una de las muchas llamadas virgenes negras, no porque hayan sido de ése color, sino porque el material de que están hechas fué cambiando de color con el paso de los siglos y por la contaminación ambiental. Ahora luce en la blancura original de la piedra en que fué tallada.
Es hermoso descubrir la imágen de una santa muy querida Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, visitar las distintas capillas: La dedicada a la Santa Cruz, la dedicada al martirio de Saint Etienne y en donde se conserva un velo de la Virgen María que fué recuperado por Santa Elena madre de Constantino.
También el gran púlpito en donde se encuentra tallada la santa camisa (que en realidad es un velo) de la Virgen.
Es impresionante la estatua de la Asunción de María, pasaje de su vida al que está dedicada la Catedral. Hermosamente representada en blanca piedra.
Una curiosidad que he notado en algunos templos es el uso de sillas en lugar de las grandes bancas que se usan en México.
La imágen venerada de Nuestra Señora del Pilar también está representada ahí, ya que Chartres es uno de los puntos en el Camino a Santiago.
Me tocó ver a un peregrino con su clásica mochila en la que llevaba una concha.
Como sabemos, Santiago apóstol llegó en su viaje evangelizador a España, siendo venerado en Santiago de Compostela donde fué martirizado. Supuestamente, el camino a Santiago es parte del recorrido que hizo por Europa.
La concha que ahora portan los peregrinos representa la que el apóstol llevaba en su misión para bautizar a las personas a quienes predicaba.
La esquina de una de las calles está bellamente marcada por un mosaico representativo en todos los puntos del Camino de Santiago.
También ví la imágen del Beato Carlos Acuti, el apóstol cibernético, quien evangelizaba por internet y fué llevando a los visitantes de su blog por los distintos templos que visitaba.
Sin embargo, me gustaría compartir también mis sentimientos encontrados en ésta visita. Veo lo que el Papa Benedicto XVI llamaba "relativismo moral". Y me pongo a pensar en que tal vez ése sea el futuro de la fé en América latina.
Me doy cuenta que una visita a la Catedral de Chartres es para muchos un acto turístico, no un acto de fé.
Lo mismo sucede al visitar otros templos como el de San Pedro en la misma localidad, templos antiguos, cubiertos de moho y hierbas, ennegrecidos por la humedad, pero que aún sirven para ofrecer misas, como la fé que se niega a morir pues como Jesús dijo, su iglesia permanecerá hasta el fin de los tiempos. Templos en los cuales, únicamente la luz del Santísimo permanece encendida.
Nos introducimos en una pequeña capilla dedicada a San Aignan, emplazada en una pequeña plazuela en la que nos detuvimos a descansar. Bello momento. Pareciera que sólo en las pequeñas localidades, alejadas del ajetreo turístico parisino y lejos de los reflectores, la fé permanece. Pude tener un momento de oración.
Para las demás personas, son sólo monumentos o edificios, recuerdo de una cultura que ya desapareció. Ví pasar a una familia y sólo un chico con una deformación en la cara, entró por un momento a orar.
La iglesia antes tan floreciente en éstos lugares, pareciera estar muerta, pero no. Aún se conserva la fé en lugares alejados del bullicio.
Aunque como muchos, los católicos permanecemos unidos cibernéticamente, dado el número decreciente de sacerdotes y por lo tanto, de misas.
Para escuchar misa diaria, recurro al internet. De ésta manera puedo escuchar la Palabra y permanecer unida a Cristo sacramentado.
La Liturgia ciertamente ha cambiado en las distintas regiones, aunado a la llegada de inmigrantes provenientes de Asia que traen consigo su propia fé, musulmanes en su mayoría y a la separación de las sectas cristianas protestantes, pareciera que la fé católica desaparecerá de Europa.
Es por éso tan importante para mí, el evangelizar en América Latina para que aprendamos del viejo mundo, para que no cometamos los mismos errores que nuestros antecesores, pero sobre todo para reconciliarnos con nuestros hermanos cristianos separados y no nos suceda como a Europa, que cada vez se ve más relativizada.
Se ve como normal el celebrar un concierto de música en una catedral y escuchar misa en otro horario. Los templos son como los espacios dedicados en las olimpiadas al deporte, desmontables: a determinadas horas, son dedicadas a la celebración de la Eucaristía, en otros actos cívicos o culturales y mayormente como atracciones turísticas. En las paredes de algunos templos se puede ver publicidad de perfumes y ropa.
Esto sucede en Europa y creo importante tener cuidado en América latina para que no suceda lo mismo. Debemos mantener la lámpara encendida, para que no nos suceda lo que a las virgenes descuidadas que no mantuvieron con aceite las suyas y ahora se ven espacios dedicados a otros credos que no respetan las celebraciones católicas, pero exigen respeto a las suyas.
Había escuchado de ésto anteriormente y ahora que estoy aquí, lo he comprobado personalmente.
La imágen de un sacerdote agarrado al altar y siendo arrastrado por la policia que lo desalojó para poder demoler el templo y construir otra edificación, no se borra de mi mente. Así como tampoco, los sacerdotes y personas cristianas a las que se cortó la cabeza debido a su fé por los musulmanes en Irak, mientras el mundo miraba en la televisión sin hacer nada.
Personas que fueron después desalojadas de su tierra y que han llegado a Europa y a otros países para salvar ya no sus propiedades, sino su vida, mientras los musulmanes se quedaban con sus propiedades, sus escuelas y sobre ellas contruyen ahora sus grandes edificios.
Irak tampoco se olvida.
Dicen que pueblo que olvida su historia, tiende a repetirla. Y la fé católica no debe olvidar lo sucedido.
Encendí una veladora al velo de la Virgen en Chartres para que al igual que él, el mundo finalmente encuentre el camino a la fé, como fué encontrado el velo que alguna vez usó y que para muchos no tiene valor, pero para nosotros es algo que estuvo en contacto con su cuerpo.
También la encendí para agradecer a la Virgen en Chartres el que mi mano no volviera a sangrar. La Virgen en sus diferentes advocacines ha sido buena conmigo
La recuerdo en su advocación de Fátima en la capilla cercana a donde viví, la recuerdo en su advocación de la Virgen de los ángeles en otra capilla en los años de mi infancia.
Y ahora, soy devota de la Virgen de Guadalupe. He entendido que la Virgen es la misma en todos lados, en sus distintos vestidos que nos recuerdan las diferentes etapas de su vida.