“Cuanto más religioso es un hombre menos ganas tiene de ostentar su religiosidad,
de orar a gritos o de tocar trompetas cuando da limosna.
El gran pudor de mostrar lo que hay de mejor en nosotros
viene del miedo al manoseo, que lo estropea todo.
Cuando un hombre tiene dones extraordinarios tiene un grandísimo deseo
de parecer un hombre ordinario; por lo menos en lo religioso”
(Leonardo Castellani)
La Purificación de Nuestra Señora y La Presentación del Niño Jesús en el Templo
Durante la ceremonia, un hombre devoto, iluminado por Dios, entró en el templo. Pidió y obtuvo, el privilegio de tener en sus brazos al Divino Infante.
Este era Simeón, un anciano santo a quien el Espíritu Santo le había revelado que antes de morir vería al Mesías esperado, el Redentor de la raza pecadora.
Lleno de alegría, mientras sostenía a Jesús en sus brazos, exclamó: “Ahora despides a tu siervo, oh Señor, conforme a tu palabra, en paz” (Lc 2, 29).
Que Dios nos conceda que cuando lleguemos al final de nuestra vida mortal, también nosotros tengamos el placer de estrechar a Jesús en nuestro corazón.
Entonces podremos decir con confianza en la Misericordia de Dios: Recibe en paz a Tu siervo, Señor. Perdónalo y recíbelo en la felicidad eterna.
Antonio Cardenal Bacci
EL QUE SE HUMILLA SERÁ ENSALZADO
El hombre orgulloso se yergue como si quisiera parecer más alto de lo que es, la humildad, en cambio, –reverente o penitente– acerca a la tierra, reduce la apariencia humana, postra de rodillas.
De hinojos el hombre ha sacrificado casi la mitad de su estatura, forma parte del suelo y de la nada, tiene una modestia que quisiera hacer invisible. Parece que dijera: tú Señor eres tan grande, yo tan pequeño, tan próximo al lodo.
Quien se halla de rodillas está soldado a la dura piedra de este mundo, pero en su interior se ha superado, aceptando su pequeñez y contingencia, reconociendo la Majestad de Dios. Y así se cumple una vez más que el que se humilla será ensalzado.
Alberto Wagner de Reyna
Podemos ver en la vida de Jesús y de la Virgen María, momentos como el de la Presentación en el templo y la Purificación de la Virgen en que nos podemos preguntar ¿qué necesitaba purificar quien nació pura? O porqué presentarse a Dios en el Templo, quien es Hijo de Dios?
Cuando uno piensa en dónde nació el Rey de reyes, tal vez empieza a comprender un poco. Cuando uno escucha el Magnificat de la virgen, tal vez empieza a comprender un poco.
El nació para ser el Salvador, porque sólo de quien viene la salvación, podía serlo.
Se hizo semejante al hombre, excepto en el pecado, para salvar al hombre.
Nos mostró que es posible alcanzar la santidad desde cero. Creció en sabiduría desde la ignorancia.
Jesús no nació sabiendo, ni nació haciendo. Era un niño normal y por lo tanto, fué aprendiendo en una familia todo lo que debía aprender.
Por supuesto que sus padres fueron elegidos y preparados para serlo. Fueron elegidos por sus cualidades, pero sobre todo por su disposición a hacer la voluntad de Dios en todo.
Ellos le enseñaron, y un día descubrió quien era.
Lo descubrió hablando con Aquel que había creado todo. Lo descubrió estudiando las Escrituras. Se dió cuenta que hablaban de él. Pero sobre todo, porque sus padres le hablaban de Dios. ¿Le dirían la Anunciación, el sueño de José, la huida a Egipto... o lo descubrió cuando leyó las Escrituras?
Lo descubrió hablando con Aquel que había creado todo. Lo descubrió estudiando las Escrituras. Se dió cuenta que hablaban de él. Pero sobre todo, porque sus padres le hablaban de Dios. ¿Le dirían la Anunciación, el sueño de José, la huida a Egipto... o lo descubrió cuando leyó las Escrituras?
Yo creo que lo hizo por sí sólo, como lo indica el pasaje del Niño perdido y hallado en el Templo: ¿Por qué me buscabais? ¿Acaso no sabíais que me era necesario estar en la casa de mi Padre? Pero ellos no entendieron las palabras que El les había dicho.…(Lucas 2:49)
La Virgen guardaba todo en su corazón. Era tan humilde que se llamaba "la esclava del Señor". Y sabía que el Señor tenía sus caminos para cada uno. Como pudo entenderlo al preguntar:
34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Porque ano conozco varón.
35 Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el apoder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios.(Lucas 134-35)Seguramente Jesús hizo lo mismo al saber que sería llamado Hijo de Dios: preguntarle a El si lo era.
Puntadas de familia
SOY, PUDIENDO NO SER
¡Antes no era y ahora soy! ¡Y pude tal vez no ser!
mas mi corazón me hace ver que, si aquí presente estoy,
y antes no era el ser que soy
Alguien, antes, en su mente, me vió posible existente;
y al darme ser en su poder, tan sólo por su querer,
soy un ser aquí presente.
Anónimo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.