¡Que encantadores son los pies y los pescados pestilentes!




 
 
 
 
¡Mis pies son hermosos! ¡Si tú los vieras, quizás no pienses lo mismo, y si los vieras muy-muy de cerca después de que he estado caminando en el calor de la Florida en mis tenis, tú nariz pensaría definitivamente que no! ¡Pero la primera lectura de hoy dice, "que encantadores son los pies de los que traen buenas noticias"!

Esta es la escritura temática de Ministerios de La Buena Nueva. Cuándo mi marido y yo y el primer equipo de voluntarios lo estábamos fundando, el enemigo pensó que mis pies se estaban poniendo demasiado hermosos, así que bajar la escalera llegó a ser un gran desafío. Me torcí el tobillo. Después de que eso sano, me topé con el rincón de la pared y me rompí dos dedos. ¡Cielos!

¿Sabías que el Blindaje de Dios incluye la protección para nuestros pies?  Efesios 6:15 dice que nuestros pies son cubiertos por las sandalias del Evangelio de la paz. No parece lógico que las sandalias protegieran tanto.Prefiero botas de Ejército. Pero ni predicando el "Evangelio de la paz" parece ofrecer mucha protección. De hecho, compartiendo nuestra fe cristiana parece pintar automáticamente un blanco para el ojo del toro en nuestras camisas.
El Enemigo no puede soportar ver a nuestros pies hermosos, y si sus esfuerzos fallan en disuadirnos de esparcir La Buena Nueva, cierra sus ojos en horror. Cuándo yo seguí adelante con en el plan para construir Los Ministerios de La Buena Nueva, mis pies dejaron de estar lastimándose.
Después llegaron otras tentaciones para rendirme.Like us on Facebook En lugar de dedos de pie rotos, yo sufrí de un corazón roto. De más de una persona. Y por muchos años, en algunos casos. Yo he escuchado claramente los consejos del enemigo: "Si abandonas ese ministerio, todo estará bien de nuevo." Pero yo nunca me rindo - por tu bien.
Los ataques más grandes han ocurrido durante eventos muy importantes en mi ministerio. Las malas noticias son tan predecibles durante esos momentos que ahora pido oración semanas y hasta meses antes del evento - y planto mis tacones más profundamente y con una determinación más fuerte para hacer lo que soy llamada a hacer.
Yo no te confío esto para recibir simpatía. Más bien, es para animarte a que tú también plantes tus tacones, también. Si estás tropezando con obstáculos en tu ministerio, o si te estás lastimando los dedos en tu camino al cielo, sigue adelante. No te detengas. Tus pies sanaran y tú llegaras a estar más unido a Cristo

Reflexión de Las Buenas Nuevas
Viernes de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario
30 de noviembre, 2012

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica
 

La puerta de la fe

  1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida.
  2. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf.Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14).
  3. Año de la fe. Comenzó el pasado 11 de oct de 2012, terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de nov de 2013.
  4. En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).
  5. Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia.
                     BENEDICTUS PP. XVI (convocatoria al año de la fe)


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Lecturas del Día:
 
Romanos 10:9-18
Salmo 19:8-11
Mateo 4:18-22

Benditos sean los perseguidos



Benditos sean los perseguidos

 
En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús dice a sus discípulos (incluyéndote a ti y a mi), "los perseguirán"así que acostúmbrense, acéptenlo, y recuerden que perseverando - conmigo al lado - (dice Jesús) su vida eterna, en la gloria del cielo, está segura.

Él dijo que seríamos convocados en sinagogas, que en el tiempo de Jesús era como a un niño ahora, ser enviado a la oficina del director del colegio o escuela, en la primaria. ¡(Sí, el pequeño niño en nosotros se puede identificar con eso)!

Quizás has sido llamado a la oficina de tú empleador después de haber rezado con tus colegas o compañeros de trabajo. O quizás tú trabajo ha sido amenazado porque te niegas a cooperar con actividades de negocio ilegales e inmorales.

Quizás personas te han criticado y se han enfurecido contigo y te han insultado porque hablaste en contra del aborto o de matrimonios del mismo sexo. O has tenido que soportar los esfuerzos de alguien más para "corregirte" acerca de sus equivocaciones de las creencias católicas. A mi me han dicho: "Deja de escribir todo este material engañoso acerca de este hombre que ni siquiera vive, llamado Jesús. (Además, me dijo...) He estado tratando de deslavarle el cerebro a mi amigo que lee tus reflexiones".

Las personas nos persiguen porque ellos no comprenden. Recuerda lo que Jesús dijo mientras estaba colgado en la cruz: "Padre, perdónalos, porque ellos no saben lo que hacen". Por si acaso a ellos les enseñaron a creer los engaños o si han escogido conscientemente rechazar la verdad, nosotros debemos continuar amándolos. Nosotros no podemos cambiar su opinión discutiendo con ellos, pero nosotros les podemos revelarles a Jesús dándoles persistentemente su amor por medio de nuestras acciones.

Cuándo es momento de retroceder nuestras acciones con palabras inspiradas en el Espíritu Santo, nosotros no debemos de preocuparnos. Si somos llamados a la oficina (o donde sea que este nuestra "sinagoga") por motivo de nuestra cristiandad, nosotros perdonamos primero y después abrimos las bocas,dependiendo del Espíritu Santo para que nos de palabras sanas y cariñosas que nuestros adversarios no podrán contradecir. ¡Ah!, ellos quizás persistan en no estar de acuerdo con nosotros, así como los escribas y los Fariseos lo hicieron con Jesús. A las orejas de los no cristianos, quizás hasta suene como que ellos nos derrotaron, pero ellos no pueden cambiar la verdad por mucho que lo intenten.

La verdad es la sustancia más dura en el universo.  Es inalterable, indestructible, irrompible. Mientras la verdad sale de nuestras bocas y el contraste de la mala interpretación de la verdad sale de nuestros adversarios, si ellos verdaderamente buscan saber la verdad, ellos experimentarán la claridad.

Los perseguidores nos recuerdan que estamos haciendo BIEN el trabajo del Señor. Cuándo NO somos perseguidos, es porque vivimos una versión de la verdad tan diluida que nadie alrededor de nosotros se siente desafiado por la verdad. Benditos sean los perseguidos.   

Reflexión de Las Buenas Nuevas 
Miércoles de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario 
28 de noviembre, 2012
Benditos sean los perseguidos 1
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Modica
La Puerta de la Fe
Fe
  1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y  permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida.
  2. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14).
  3. El año de la fe. Comenzó el 11 de oct de 2012, y terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de nov de 2013.
  4. En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).
  5. Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia.
BENEDICTUS PP. XVI (convocatoria al año de la fe)

Lecturas del Día:
Apocalipsis 15:1-4
Salmo 98:1-3, 7-9
Lucas 21:12-19

Quiero ser Humilde y Santo


Quiero ser Humilde  
¿Quieres ser Humilde y Santo ?

¿Somos lo suficientemente humildes para reconocer que tenemos demasiado orgullo, o no? Verdaderamente, tú y yo preferimos ser humildes y santos; es por eso que ponemos tanto esfuerzo en nuestro desarrollo espiritual. Y sin embargo (suspiro), el orgullo es la falla principal de todos, ¿Por qué no podemos pasar un sólo día siendo totalmente humildes? 


Tan pronto como pensamos que hemos vencido el orgullo, este encuentra otra manera para filtrarse en nosotros. ¿Podríamos hacer humildemente un sacrificio amoroso haciendo una buena obra a alguien y, cuando nos hagan un halago, darle la gloria a Dios?, generalmente damos la vuelta y "apreciamos" el hecho de que nosotros somos más amables, es decir, "mejor", que los que no hacen lo mismo.
Por supuesto, pero no te olvides de que la humildad incluye tener paciencia con nosotros mismos mientras encontramos y tapamos nuestras fugas de orgullo, una a una, día tras día. La humildad crece; nosotros no la podemos encender como si fuera un foco.

En la primera lectura de hoy, San Pablo nombra parte de los efectos perjudiciales del orgullo: La discordia y la vanidad causan división y desunión, rompiendo los lazos del amor. Y él nombra la curación para esto: Debemos considerar a los demás como superiores a nosotros mismos. Tengan presente, por favor, que él no habla de que tenemos que tener una actitud de inferioridad, en la que perdemos de vista la igualdad de todas las personas, incluyéndonos a nosotros mismos. No es humilde tratarnos mal a nosotros mismos. Hacer eso es ridiculizar al Padre que nos creó, implicando que él cometió un error con nosotros.

Más bien, Pablo nos muestra que cuando sobrepasamos nuestro egoísmo para servir a los demás, el amor de Cristo está trabajando en nosotros, ayudando a los demás por medio de nosotros, y todos nos sentimos mejor.
Jesús, también, nos da una curación para el orgullo en la lectura del Evangelio de hoy. Cuándo nosotros damos sin esperar algo a cambio, entonces somos sumergidos en la humildad. Vencemos el orgullo haciendo por los demás lo que ellos no pueden hacer por nosotros. Asimismo, cuando los demás nos hacen el bien a nosotros, el orgullo insiste que intercambiemos, pero la humildad significa aceptar el regalo como un gesto de amor.

El Salmo Responsorial nos da la llave para la humildad. Podemos decir, "O Señor, mi corazón no es orgulloso" porque, "En ti, Señor, yo he encontrado mi paz". La humildad es reconocer que Dios está en todo lo que es bueno y santo. La humildad dice: "Soy bueno y hago el bien porque el Señor es bueno, y es el quien hace buenas obras en mí y por medio de mí". ¡El orgullo, por otro lado, dice, "Mírame! ¡Mira lo que he hecho"! Y punto.
Diario, necesitamos rezar por la gracia para encontrar y tapar nuestras fugas de orgullo. Si no puedes asistir a Misa diaria, tienes una oportunidad incorporada para tapar hoyos cada día, cuando recordamos nuestros pecados y pedimos a María y a todos los ángeles y santos y a todos nuestros hermanos y hermanas que recen por nosotros. Es una de las razones principales por las qué yo asisto a Misa diariamente.

Reflexión de Las Buenas Nuevas
Lunes de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario

5 de noviembre, 2012
 
Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor .© 2012 por Terry A. Módica




Quiero ser Humilde y Santo
La puerta de la feFe

  1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida.
  2. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14).
  3. Año de la fe. Comenzará el 11 de oct de 2012, terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de nov de 2013.
  4. En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).
  5. Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia.
BENEDICTUS PP. XVI (convocatoria al año de la fe)
Lecturas del Día:
Filipenses 2:1-4
Salmo 131:1-3
Lucas 14:12-14


Tu propia santidad

santos
TÚ eres un santo. No discutas conmigo, yo sé que eres un santo, porque un santo es quien sea que está en el cielo o en camino al cielo siguiendo a Cristo. En el Credo nosotros decimos, "creo en la comunión de los santos..." ¡Eso te incluye a ti! Es la comunidad entera de Seguidores de Cristo.  
Como seguidores de Cristo, nosotros hemos sido redimidos del poder del pecado. Hemos sido renacidos como "santos" y ya no somos "pecadores."Si, pecamos todos los días; no hemos perfeccionado nuestra santidad. Así que crecemos en santidad llegando a ser cada vez más quienes somos verdaderamente. Esto es la vida como un santo terrenal.
Mira a la primera lectura de hoy. Nosotros podríamos ver esto como una inmensa reunión de oraciones en el cielo, pero no es solamente acerca de la vida después de la muerte. Tú, en este momento, formas parte de esa"gran multitud" cuando alabas a Dios con entusiasmo. Cada vez que alabamos a Dios, nos unimos a la comunión entera de santos, incluyendo a nuestros seres queridos que dejaron la tierra en los brazos del Señor.
También somos unidos a ellos después de que nuestros pecados son absueltos en la misericordia de Dios por medio del Sacramento de Reconciliación, para entonces nosotros, también, "hemos lavado nuestras batas y las hemos blanqueado en la sangre del Cordero". Hasta la próxima vez que nosotros pequemos, estamos en la montaña del Señor, parados en un lugar santo, porque nuestras manos están sin pecado, nuestros corazones están limpios, y no deseamos lo que es vano (como dice el Salmo Responsorial).
La misma unidad ocurre cuando recibimos la Eucaristía después de hacer un viaje sincero durante las oraciones de arrepentimiento y de pedir el perdón que la Iglesia nos proporciona durante cada Misa. (Eso es, hasta que nos enojamos con en el tipo en el estacionamiento que bloquea brevemente nuestro escape de la iglesia hacia el mundo). 
Como nos indica la segunda lectura, nosotros somos santos porque somos hijos de Dios.Los santos en el cielo tienen la ventaja de estar libres del mal, mientras nosotros vivimos en un mundo lleno de pecado. Pero fíjate en cómo llegamos a ser puros: La esperanza (es decir, la creencia en la promesa de Dios) que eventualmente llegaremos a ser santos todo el tiempo nos debe vigorizar a purgar nuestras vidas de todo lo corrompido ahora. Esta esperanza es basada en saber que Cristo nos redime del pecado, el Padre nos perdona, y después de la muerte, cualquier limpieza que falte todavía, será hecha en el purgatorio.
El pasaje del Evangelio de hoy nos recuerda que somos santos porque somos bendecidos. ¿Pues no todo lo que Dios bendice se convierte en sagrado? Por lo tanto, cualquier persona a quien Dios bendice es hecha santa: el pobre en espíritu, los que sufren y reciben el consuelo del Espíritu Santo, el manso que se somete a la voluntad de Dios, y así siguiendo en la lista de bienaventuranzas. Medita en cada bendición y date cuenta de tu santidad y en el desafío para llegar a ser más santo, mejorando cómo vives la verdad de cada bienaventuranza.
La Iglesia canoniza a santos para que podemos tener modelos a imitar cuyas oraciones nos ayudan en el viaje al cielo. No debemos de comparar nuestras vidas a las de ellos, sin embargo, puesto que todos tenemos circunstancias diferentes en las que crecemos en santidad. Nosotros sólo podemos compararnos a como éramos antes. Mientras tanto, podemos orar con los santos y aceptar su guía espiritual. 
 Reflexión de Las Buenas Nuevas
Jueves de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario 
1 de noviembre, 2012
Solemnidad de Todos los Santos
 Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva,http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2012. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2012 por Terry A. Módica
 alegria 1


La puerta de la feFe

  1. «La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma.Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida.
  2. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14).
  3. Año de la fe. Comenzará el 11 de oct de 2012, terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de nov de 2013.
  4. En esta perspectiva, el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo. Dios, en el misterio de su muerte y resurrección, ha revelado en plenitud el Amor que salva y llama a los hombres a la conversión de vida mediante la remisión de los pecados (cf. Hch 5, 31).
  5. Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc1, 45), este tiempo de gracia.
BENEDICTUS PP. XVI (convocatoria al año de la fe)
Lecturas del Día:
Apocalipsis 7:2-4, 9-14
Salmo 24:1-6
I Juan 3:1-3
Mateo 5:1-12a