Ser cristiano significa: Estar en Comunidad

estar en comunidad
Nosotros no podemos ser verdaderos cristianos -- verdaderamente como Cristo -- si no estamos en comunidad con otros creyentes. Esto significa más que solamente ir a Misa (aunque alabar a Dios junto con los demás es un aspecto muy importante). Esto significa estar en relaciones activas con otros creyentes. La comunidad significa viajar juntos en el camino de la fe.

En la primera lectura de hoy, mira cómo San Pablo predicó las Buenas Nuevas a los Tesalonicenses. "Estuvimos determinados a compartir con ustedes... nuestro propio ser". Mientras Pablo y su equipo evangelista visitaron Tesalónica, ellos entraron en relaciones con las personas. Como yo le digo a los grupos cuando yo viajo a conferencias, "Un extraño es solamente un amigo que yo no conozco todavía". Somos amigos porque pertenecemos a la misma comunidad de creyentes. ¡Vamos, viajemos juntos! A mí me gusta tratar cada interrelación como una relación personal. Hacer menos que eso es no imitar a Cristo.

Pablo da una descripción de lo que no es una comunidad (es decir, lo que es contrario a relaciones cristianas). En relaciones cristianas, no hay engaño ni motivos impuros, ni cosquilleos de oídos con palabras halagadoras y corteses, ninguna avaricia de ningún tipo, ni buscadores de gloria. En contraste, los Fariseos a quienes Jesús reprendió en la lectura del Evangelio de hoy no entendieron la vida comunitaria. Como guías ciegos, ellos no vieron la experiencia inter-personal de edificación de fe. Ellos cumplieron sus obligaciones religiosas, pero sus corazones estaban llenos de "violencia y lujuria" o "robo y demasiada tolerancia".

¿Qué es lo que robamos? Es cualquier cosa que quitamos a los demás: su dignidad, su valor, su tiempo, su respeto. ¿Cuándo somos demasiado indulgentes o tolerantes con nosotros mismos? Cuando forzamos cualquier cosa sobre los demás para beneficio propio: nuestras agendas diarias o nuestras propias ideas pervertidas y co-dependientes del amor.

Jesús es "el nombre el pegamento" que une a las personas a una comunidad: la justicia, la misericordia y la fidelidad; ya que el ser como Cristo significa tratar a todos con justicia y misericordia, no solo a quienes nos caen bien.

Nuestra comunidad es mucho más grande que nuestro pequeño círculo de amigos.

¿A cuántos de la comunidad ignoras? ¿Cuánto más puedes extender tu alcance?

¿Qué estás haciendo con la comunidad que ves cara a cara durante la Misa?

Cualquier cosa que falta en nuestras vidas, cualquier cosa que le hemos estado pidiendo a Dios que nos proporcione y que parece lento en llegar, cualesquiera que sean las necesidades que no han sido cumplidas -- Dios nos las dará, POR MEDIO y a través de la comunidad. La comunidad es TAN importante para Dios que él nos creó con una necesidad o un vacío, necesario de llenar. La fe practicada sola no funciona.

Reflexión de Las Buenas Nuevas Martes de la Vigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario 23 de agosto, 2011

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada con permiso bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2011. Para obtener permiso para reenviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor

© 2011 por Terry A. Modica

Reflexiones para el Alma

Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"

(solo 1/168 parte del tiempo semanal)

Matemáticas para el Alma.

"Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de convertirse en santo."

~ Arzobispo John Patrick Foley

Lo que pierde un católico cuando se hace protestante

Lo que pierde un católico cuando se hace protestante

Es tanto, tanto lo que pierde un católico que se hace protestante, que apenas si podemos dejar consignada una mínima parte de ello en este breve artículo. Pierde desde luego los sacramentos.

Empecemos por llamar la atención hacia la pérdida más concreta, la más clara, la más fácil de entender, pues basta con tener buena intención y un mínimo conocimiento del cristianismo y de la Biblia, para darse cuenta de cuán grande es lo que pierde un católico al hacerse protestante y perder los sacramentos que son ¡El oro de la religión de Cristo! Esos 7 auxilios sagrados que Él nos dejó para darnos su Santidad, y que pudiéramos llevar a la práctica su Santa Doctrina, para que pudiéramos ser buenos, no tan solo con una bondad natural, sino sobrenatural; para que pudiéramos ser no solamente buenos, sino Santos.

Bien podemos decir que es por no haber entendido lo que son los Sacramentos, su excelencia, la gran necesidad que de ellos tenemos para poder seguir la Moral de Cristo, que hay católicos que de buena fe se hacen protestantes.

Ellos saben que Nuestro Señor Jesucristo dijo: Sin Mí, nada podéis hacer (Jn. 15,5) y que con su ayuda, todo lo podemos "todo lo puedo en Aquél que me conforta" (Fil.4,13) pero no saben, no se han dado cuenta, de que son los Sacramentos el medio de que se valió Nuestro Señor para confortarnos, para que estemos con El, para ayudarnos a ser buenos.

¿Qué nos dan los Sacramentos?

Los Sacramentos nos dan la Santidad de Cristo, ellos conservan e incrementan en el Cristiano la Gracia, ese Don Divino del que Nuestro Señor Jesucristo nos dijo: es como un manantial de agua viva que mana sin cesar dentro de quien la posee hasta la Vida Eterna (Jn.4,14) y cuya excelencia desconocen los católicos que abandonan su Religión.

¿Por qué son Siete los Sacramentos?

Nuestro Señor Jesucristo para auxiliamos, instituyó 7 Sacramentos porque nuestra alma, como nuestro cuerpo, tiene 7 diferentes necesidades, a saber: nacer, crecer, alimentarse, medicinas, la vida de familia, autoridades que lo gobiernen y auxilios especiales a la hora de la muerte.

Y nuestra alma:

1. Por el Bautismo nace a la Vida Cristiana, a la Vida de la Gracia. (Mt.28,19)

2. La Confirmación la fortalece en ella (Hech.8,14-17)

3. La Eucaristía la alimenta (Jn.6,34-72; Mt.26,26)

4. La Reconciliación la sana en caso de enfermedad (Jn. 20,23)

5. El Matrimonio la santifica en la familia (Et.5,32)

6. El Orden le proporciona el gobierno espiritual que le es necesario (Jn.21,22; Hech. 14,22; 2 Tim. 1,6); y

7. La Unción de los Enfermos le proporciona todos los auxilios que necesita en caso de muerte (Sant.5,14-15).

Es falso que la Iglesia haya Inventado los Sacramentos.

Los Pastores protestantes niegan los Sacramentos porque no tienen el Poder Divino para administrarlos. Ellos afirman que han sido "inventados" por la Iglesia Católica, pero esto es falso, pues todos ellos fueron instituidos por Nuestro Señor Jesucristo, como consta en la propia Biblia protestante.

Cierto es que en la Biblia no consta cuándo fueron instituidos 3 de ellos, pero esto no es de extrañar, ya que los Evangelios no son una exposición completa de la Religión de Nuestro Señor Jesucristo, ni su biografía completa, pues hay muchas cosas que El hizo, que no están en la Biblia, como nos lo dice San Juan con estas palabras: "Muchas otras cosas hay que hizo Jesús que si se escribieran una por una me parece que no cabrían en el mundo los libros que se habrían de escribir" (Jn.21,25).

Pruebas de que los 7 Sacramentos fueron Instituidos por nuestro Señor Jesucristo.

Nos prueba que los 7 Sacramentos fueron instituidos por nuestro Señor Jesucristo, que todos ellos ya estaban en uso en la Iglesia apostólica, como lo testifica la misma Biblia.

En efecto, el bautismo fue instituido por nuestro Señor Jesucristo cuando después de su Resurrección y antes de ascender a los Cielos, ordenó a sus Apóstoles la forma como debía administrarse diciéndoles: adoctrinad a los gentiles bautizándoles en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt.28,1 9)

El Sacramento de la Eucaristía fue instituido por nuestro Señor Jesucristo en la Ultima Cena que celebró con sus Apóstoles, la víspera de su Pasión, tomando el pan en sus manos y diciendo: tomad y comed, esto es mi cuerpos y dándoles a beber el Cáliz diciendo: bebed todos de él porque esto es mi sangre del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de los Pecados (Mt.26,26-28).

Biblia Católica: porque ésta es mi sangre, que será el sello del Nuevo Testamento, la cual será derramada por muchos para remisión de los pecadosY dio a sus Apóstoles la orden y el poder de hacer lo que El había hecho diciéndoles: "Haced esto en memoria mía" (Lc.22,19).

Instituyó el Sacramento del orden cuando ya, para ascender a los Cielos dijo a sus Apóstoles:

"Como mi Padre me envío así yo los envío a ustedes", y dirigiendo el aliento hacia ellos les dijo: recibid el Espíritu Santo, quedan perdonados los pecados a quienes los perdonareis; y quedan retenidos a quienes los retuviéreis (Jn.20,21-23).

Y fue también entonces cuando N.S. Jesucristo instituyó el Sacramento de la reconciliación, dando a sus apóstoles el poder de perdonar los pecados.

Los protestantes han cambiado en algunas de sus Biblias, en este pasaje la palabra perdonar por remitir, para hacer creer a las personas ignorantes que no saben que ambas palabras significan lo mismo, que entienden por remitir tan solo enviar una cosa de un lugar a otro, que Nuestro Señor no dio a sus Apóstoles el poder de perdonar los pecados, sino simplemente el de remitirlos al Cielo, para que fuera Dios el que los perdonara o no.

Y como prueba de ello dicen que el hombre no puede perdonar los pecados, que solo Dios puede perdonarlos. Y eso mismo decían los fariseos, y Nuestro Señor, para confundirlos, hizo el milagro de curar a un paralítico (Lc.5,21-25) probando que era Dios y que como Dios tenía el poder de perdonar los pecados, así como el de conferir este poder a otros hombres, y tal lo confirió a sus Apóstoles y de ellos lo heredan sus únicos

Sucesores legítimos, los Sacerdotes católicos, que adquieren este poder al recibir el Sacramento del Orden. No consta en la Biblia cuándo fueron instituidos los Sacramentos de la Confirmación, el Matrimonio y la Extremaunción, lo que como ya dijimos, nada tiene de extraño; pero sí consta en ella que ya estaban en uso en la Iglesia Apostólica.

En efecto: leemos en la Biblia sobre la Confirmación, que tanto San Pedro como San Juan y San Pablo conferían este Sacramento en Jerusalén, en Samaria, en Efeso, etc. Leemos así en (Hechos 8,15) que San Pedro y San Juan llegados a Samaria, oraron por ellos (por los samaritanos) para que recibiesen el Espíritu Santo "Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el Nombre de Jesús. Entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo". (Hech. 8, 15-17, 19,6 y 2 Cor. 1,21).

Y tan el Matrimonio era considerado como Sacramento en la Iglesia Apostólica, que leemos en (Efesios 5,32) que respecto de él San Pablo dice: Sacramento es este grande, mas yo hablo con respecto a Cristo y a la Iglesia, es decir que sólo el Matrimonio Eclesiástico es Sacramento.

Y prueba que el Sacramento de la Extremaunción estaba ya en uso en la Iglesia Apostólica, que leemos en la Biblia: ¿Está enfermo alguno entre vosotros? llame a los Presbíteros de la Iglesia y que oren sobre él y le unjan con óleo en el Nombre del Señor. Y la oración de Fe salvará al enfermo y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados". (Sant. 5, 14-15)

Males que se originan por no tener los Sacramentos

Los católicos que se han hecho protestantes, no se han dado cuenta de la pérdida tan grande que para ellos ha significado no tener Sacramentos, sobre todo el de la Reconciliación y el de la Sagrada Eucaristía, que tanto nos santifican.

Es por no tenerlos, que no entienden la santidad que en vez de trabajar para alcanzarla, distraen su atención de lo que a este fin tiene verdadera importancia, con puerilidades, con pequeñeces que no tienen ninguna, a semejanza de los fariseos cuya conducta a este respecto reprobó nuestro Señor . Jesucristo diciéndoles: vosotros coláis el mosquito del agua que vais a beber, mas tragáis el camello (Mt.23,34).

Y en cambio dan máxima importancia a minucias que no tienen ninguna, como a no fumar ni beber vino, lo que no ha de ser tan malo hacerlo, con moderación, cuando Nuestro Señor Jesucristo cambió el agua en vino en las Bodas de Caná y lo dio a beber a sus apóstoles en la Ultima Cena.

El Sacramento del orden

Es por no tener el Sacramento del Orden que los protestantes no tienen Sacerdotes, ni verdaderos Ministros de Dios, pues sus pastores no heredan de los Apóstoles los Poderes Divinos que confiere este Sacramento.

Es por eso que afirman que les es imposible guardar la castidad, por lo que deben casarse, error que quieren fundar en esta cita: "Conviene pues que el Obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer..." (1 Tim.3,2), la que al efecto mal interpretan, pretendiendo que ella ordena que sean casados los Ministros de Dios, cuando su finalidad era apartar del Sacerdocio, en tiempos de la Iglesia Apostólica, en que eran rarísimos los solteros, a los que tenían varias mujeres, a los divorciados y a los viudos vueltos a casar, y no ponen su atención en tantas frases y palabras con que San Pablo recomienda el Celibato a los Sacerdotes, como éstas: "El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, cómo ha de agradar al Señor; empero el que se casó, tiene cuidado de las cosas del mundo; cómo ha de agradar a su mujer" (1 Cor.7, 32-33) Ver también 1. Cor 7, 1,7,27 y Mt. 19,12

El culto sobrenatural católico

Los católicos que se han hecho protestantes, han cambiado su culto sobrenatural y bíblico por un culto simplemente natural.

En efecto: El hecho más importante en la Vida de Nuestro Señor Jesucristo es, sin lugar a duda, el Sacrificio del Calvario, que ofreció al Eterno Padre, la Víspera de su Pasión, en la Ultima Cena que celebró con sus Apóstoles, en la que instituyó la Sagrada Eucaristía, dándoles la orden y el poder de hacer lo que El había hecho diciéndoles: "Haced esto en memoria mía" (Lc.20,19).

Y obedeciendo esta orden de Nuestro Señor, ha hecho la Iglesia Católica, de todo esto, su culto sobrenatural, en la ceremonia llamada en los tiempos Apostólicos: "La fracción del Pan" o "Los Sagrados Misterios" y ahora la Santa Misa, la que sólo pueden celebrar los Sacerdotes Católicos, pues sólo ellos han heredado el poder sobrenatural que Nuestro Señor confirió a sus Apóstoles.

En cambio el culto protestante es un culto natural, pues consiste principalmente en cantar a Dios Himnos, como lo hacen los mahometanos, los budistas, los judíos y los miembros de cualquier otra religión natural.

Han perdido el auxilio de María, la Virgen.

Una prueba irrecusable del gran poder intercesor de María, la Virgen, de la solicitud que ella tiene por ayudarnos en nuestras necesidades, lo tenemos en la propia Biblia protestante, pues en ella leemos que en las Bodas de Caná, notando María que se había agotado el vino, bastó que dijera a su hijo: "No tienen vino", para que Nuestro Señor hiciera su primer milagro cambiando el agua en vino, a pesar de que no era entonces el momento oportuno para que, haciendo milagros, probara su divinidad. (Jn. 22-8).

Y este poder intercesor de la Santísima Virgen María, lo han perdido los católicos que se han hecho protestantes.

Estos, abusando de la ignorancia de los fieles en el lenguaje de los judíos, quieren desvirtuar esta escena, llamando la atención a que Nuestro Señor llama a la Virgen, mujer, que como en el español antiguo, era el modo más respetuoso para dirigirse a una dama.

Y han perdido la maternidad de María, la Virgen, a la que Cristo nos dio por Madre, cuando crucificado en el Calvario le dijo: Mujer, ahí tienes a tu Hijo (Jn.19,26), y a pesar de leer esto en sus propias Biblias, los protestantes no la quieren por Madre.

Los Protestantes y las Imágenes.

Como el protestantismo no es una Religión Sobrenatural, no puede producir Santos. De aquí el odio que tienen por las Imágenes, las que combaten de cuantas maneras pueden.

Una de ellas, la principal, es pretender que el Decálogo las condena, habiendo hecho al efecto de sus versículos 4 y 5, su segundo mandamiento, para lo que no tienen ninguna razón, pues la Biblia no precisa dónde termina mandamiento y dónde principia el siguiente, y esos versículos no son sino una ampliación del verso 3, del mismo modo que los versos 9 y 10 son una ampliación del verso 8.

Y tan la Biblia no prohibe las imágenes, que nuestro Señor Jesucristo nunca las condenó y que hasta en el Antiguo Testamento vemos que Yahvé ordenó a Moisés "Harás también dos querubines de oro" (Ex.25,18); "y hazte una serpiente ardiente y ponla sobre la bandera" (Núm.21,8).

¿Podrán salvarse los protestantes?

Entendámonos: porque hay dos clases de protestantismo, el que llamaremos protestantismo positivo y el negativo.

Pertenecen al primero, aquellos protestantes que nacieron en el protestantismo, creen que su Religión es la verdadera y estudian la Biblia para amoldar su conducta a lo que ella enseña y llegan a llevar una vida moral que podría servir de ejemplo a tantos católicos como hay, que ignorando su Religión, ni se confiesan, ni comulgan, ni siquiera van a Misa. Qué duda cabe de que estos protestantes sí pueden salvarse.

Pero los protestantes negativos, los que habiendo nacido católicos, no han sabido estimar su Religión y se han dejado embabucar llegando a la apostasía y usan la Biblia más que para mejorar su conducta, para buscar versículos con los que, puedan atacar a la Iglesia Católica, habiendo vuelto la Religión de amor de Cristo, una Religión de odio a la Iglesia Católica. ¡Ellos sí que están en peligro de perder su salvación eterna!

Para concluir:

Expuesto brevemente lo anterior, cabe preguntar ¿en cambio de haber perdido tanto, tantísimo, qué es lo que ha ganado un católico que se ha hecho protestante? Cuando se pregunta esto a uno de ellos, suele contestar: conocer mejor la Biblia, no tener que confesarme, ser libre.

Los católicos que se han hecho protestantes no son libres ni de reconciliarse con Dios a la hora de la muerte, pues sus "hermanos" no los dejarán que se confiesen y los dejarán libres, pero no en la libertad de los hijos de Dios.

Fuente: Conoce tu Fe

http://conocetufe.blogspot.com/2011/07/lo-que-pierde-un-catolico-que-se-hace.html

Autor: P. Pedro Herrasti, S. M.

Ser clavado por la verdad

¿Estas agobiado?

jesus en la cruz 3

¿Sabes cuál es el signo más claro de que estás creciendo en la santidad? ¡Es el que estás siendo atacado por ello! Vives de una manera que hace que los demás se den cuenta de que ellos también deben cambiar, y esto tiene repercusiones desagradables. Trata de no tomarlo personalmente. Los que te cortan son los que no quieren cambiar. En verdad, no eres TÚ a quien ellos quieren destruir, sino a la invitación a la santidad que tu vida ejemplifica.

Tal fue la condición de Herodes cuando detuvo a Juan Bautista. Herodías se sintió aún más culpable que él por sus pecados, como es demostrado en la lectura del Evangelio de hoy. Abrigó una rencilla tan fuerte en contra de Juan que lo deseó muerto y encontró los medios para hacerlo. ¿Pero lo calló para siempre? No, estoy segura de que la verdad que él había hablado le remordía la conciencia durante mucho tiempo después.

La verdad hace que suceda eso cuando las personas luchan contra ella. Su batalla la mantiene frente a ellos y los hace que hagan cosas locas hasta que se rinden. Sospecho que el infierno es escuchar la verdad tan fuertemente y claramente que atormenta para siempre a los que no la desean.

¿Ha sido bloqueada tu libertad de expresar tu fe por los que no quieren aceptar la verdad? Mientras intentan mantener esa verdad detrás de una pared de resistencia, los vuelve locos. Tu has sido clavado a la cruz de sus prejuicios o temores o heridas (o lo que más los ha atrapado en sus pautas pecadoras o sucias), y los clavos te duelen. Los clavos te inmovilizan para que no puedas hacer nada para mejorar la situación.

Sin embargo, los que te ponen en la cruz nunca escaparán su culpa hasta que se conviertan al Señor con un corazón que está dispuesto a cambiar.

¿Mientras tanto, hay algo que puedas hacer? ¿O debes continuar colgado en la cruz?

¿Qué hizo Jesús? Fue clavado por los que no quisieron aceptar las verdades que enseñó, pero ellos no pudieron callar su capacidad de hacer una diferencia. Él pidió al Padre que los perdonara - "porque ellos no sabían lo que hacían". Él intercedió por ellos. Y después su dolor terminó. Pronto después, fue resucitado en la victoria por un Padre que estaba muy complacido de él.

Esto es lo que nos sucede a nosotros, también, si nos damos cuenta de que nuestra cruz es realmente la cruz de Cristo y que logra una bondad redentora. Cuando le damos al Padre a los que nos han clavado, intercediendo por ellos, nos liberamos para disfrutar de nuestra propia resurrección personal. Sus ataques no pueden detener al Padre de estar muy feliz con nosotros.

Cuando nos morimos a nuestro deseo de cambiar a los que nos han lastimado, dejando su destino a Dios, nosotros podemos seguir adelante con la vida y disfrutarla.

Dios no permitirá que los pecados de ellos contra ti sean incontestados. Él se encargara de ellos en la manera que sea mejor para sus almas eternas, según su sabiduría infinita, en la agenda que lo dan. Y trabajará con lo que ellos le dan, para que finalmente la verdad entre en ellos con la eficacia más profunda.

Reflexión de Las Buenas Nuevas Lunes de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario 29 de Agosto, 2011

Memorial de día: Martirio de San Juan Bautista

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada con permiso bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2010. Para obtener permiso para reenviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor

© 2011 por Terry A. Modica

Reflexiones para el Alma

Santisimo

Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"

(solo 1/168 parte del tiempo semanal)

Matemáticas para el Alma.

"Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de convertirse en santo."

~ Arzobispo John Patrick Foley

Lecturas del Día:

I Tesalonicenses 4:13-18

Salmo 96:1, 3-5, 11-13

Marcos 6:17-29

Cómo vencer el mal con amor

Cómo vencer el mal con amor 2Cómo vencer el mal con amor

¿Cómo vencer el mal con amor?

La lectura del Evangelio de hoy nos habla de que tan poderosa fue la autoridad de Cristo -- y lo es todavía. Lo vemos sanar a un hombre que no pidió sanación.

¿Por qué crees que él pudo arrojar el demonio de ese hombre? ¿Porque él era Dios? Ah, pero él todavía no había derrotado a Satanás sacrificándose en la cruz y venciendo la muerte. Hasta ese momento en la historia de la salvación, Jesús sólo había derrotado a Satanás en un nivel personal (recuerda cuando él enfrento las tentaciones en el desierto).

¿Sería porque el hombre endemoniado estaba listo para arrepentirse de los pecados que habían atraído al espíritu malo? No hay ninguna indicación de esto. Jesús a menudo expulsaba demonios de personas que todavía no se habían convertido.

¿Entonces, de donde recibió su autoridad? Sencillamente, el Padre se la dio. Y después Jesús se la pasó a sus discípulos (ver Lucas 10:19), ¡que ahora también te incluye a ti!

La autoridad fue una de las tentaciones que Satanás le había ofrecido a Jesús en Lucas 4:5-8. Hay dos clases de autoridades: buena y mala. La autoridad buena está basada en el amor. Jesús no expulso demonios porque él podía. Él lo hizo porque a él le importaron las personas.

Los demonios odian el amor. Ellos no pueden soportar estar alrededor de él. Por eso siempre están luchando en contra de él, siempre buscando maneras para deshacer matrimonios y amistadas sagradas. ¿En qué relación de amor te encuentras en este momento que está siendo atacada? Cuándo escogemos persistentemente amar a pesar de que todo está fallando, eventualmente los demonios de la división se cansan de ser vencidos y se rinden.

corazon heridoEl amor perfecto contiene todo el poder de Dios, porque él ES amor. El amor perfecto significa querer completamente a los demás que estamos dispuestos a ir a la cruz por ellos. Un matrimonio herido, por ejemplo, es sanado cuando ambas personas hacen sacrificios el uno por el otro, lo cual es una cruz que derrota la división.

La cruz nunca es divertida ni mucho menos fácil. Muchos de nosotros tratamos de evitarla confiando únicamente en oraciones tales como "San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. ..." Vencer el mal requiere más que oración. Requiere sacrificio personal.

La autoridad malvada busca hacer a uno mismo más importante. Controla a los demás, oprime a otros, ignorar las necesidades y deseos de los demás, rechazar las oportunidades de servir a los demás, no cumple con darles el poder a los demás para utilizar su propia autoridad que Dios les ha dado.

Siempre que intercedemos por los demás y oramos para que reciban ayuda, podemos depender en la autoridad de nuestro Salvador, pero no debemos de suponer que él hará algo más que no sea lo que es mejor para todos. Esto generalmente no significa una solución rápida, pero al utilizar el tiempo para crecer más fuertes en nuestra habilidad de amar a los demás incondicionalmente y sacrificadamente, recibimos muchas oportunidades para aprender a cómo vencer el mal con amor. De esta manera, Jesús pasa su autoridad a nosotros.

Reflexión de Las Buenas Nuevas Martes de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario 30 de agosto, 2011

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org , registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2011. Para obtener permiso para reenviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor

© 2011 por Terry A. Modica

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~ Arzobispo John Patrick Foley


Lecturas del Día

1 Tesalonicenses 5:1-6, 9-11 Salmo 27:1, 4, 13-14 Lucas 4:31-37

¿Qué es lo que hace que un acto bueno sea sagrado?

anciana joven

Madre Teresa

Que es más importante: ¿El servicio que haces para el reino de Dios o el amor que lo motiva? El servicio sin el amor es solamente un deber cumplido, el requisito mínimo de la obediencia. El amor es lo que hace que cualquier obra de caridad sea una obra sagrada.

En la lectura del Evangelio de hoy, Jesús nos demuestra la importancia de examinar nuestras vidas más afondo de la superficie. ¿Cuál es el verdadero motivo detrás de todo lo que hacemos? ¿Llega tan profundo nuestra religiosidad? ¿Es la práctica de nuestra fe algo más que una obediencia legalista? ¡El servicio que no es motivado por el amor -- el amor por Dios y por todos a quienes él ama (que somos todos)! -- puede causar más daño más que bien, como vemos que les sucedió a los Fariseos a quienes Jesús regañó.

Quizás estamos utilizando nuestra "fe" para manipular a los demás para que hagan lo que NOSOTROS queremos. Por ejemplo, esto es a menudo el motivo secreto (a menudo inconscientemente) de los padres que advierten a sus niños de que si no van a Misa, algo infernal les acontecerá. Ese enfoque puede causar daño a largo plazo en su fe. Ellos son más probables de ir a Misa (y realmente participar en ella) si ellos van porque creen que Dios los ama y porque se sienten queridos por el sacerdote y las otras personas que ellos encuentran en la iglesia.

Las amenazas y las advertencias del castigo de Dios pueden parecer útiles, pero terminan por hacer que las personas se alejen de la fe verdadera, porque la fe verdadera es basada en el amor misericordioso de Dios. En lugar de regañar y ser pesimistas, necesitamos ser modelos de devoción profunda, y necesitamos pasar horas innumerables en oración por su desarrollo espiritual y protección, el cual es un sacrificio de gran amor.

La primera lectura de hoy pone énfasis en que nosotros demostramos nuestra fe trabajando en el amor. Cualquiera puede hacer obras de caridad, aún los ateos. Cualquiera puede reclamar que está haciendo obras de buena caridad para Dios, aún los que están lejos de Dios. Las obras de caridad son sagradas -- Santas -- SOLO cuando son obras de amor hechas en cooperación con los planes de amor divinos de Dios.

¿Puedes sentir mi amor por ti en estas Reflexiones de las Buenas Nuevas? Como dijo San Pablo a los Tesalonicenses, así de igual manera les digo: La verdad del Evangelio no es demostrada por cuán bien escribo estas reflexiones, sino por el poder con el que ustedes las reciben y viven sus mensajes en el Espíritu Santo y con convicción completa. Estoy muy complacida con su amor por los demás y su convicción de crecer en santidad, y yo oro por ustedes en mi corazón continuamente.

Reflexión de Las Buenas Nuevas Lunesde la Vigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario 22 de Agosto, 2011

Memorial del día: Reinado de la Santísima Virgen María

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada con permiso bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2010. Para obtener permiso para reenviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor

© 2011 por Terry A. Modica

Reflexiones Para el Alma

Santisimo

Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"

(Solo 1/168 parte del tiempo semanal)

Matemáticas para el Alma.

"Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de convertirse en santo."

~ Arzobispo John Patrick Foley

Lecturas del Día:

I Tesalonicenses 1:1-5, 8b-10

Salmo 149:1b-6a, 9b

Mateo 23:13-22

Sorpresa Espiritual Aqui!

Madre Maria, cubrenos con tu Amor Reina de la Creacion.

virgen maria

El amor sincero

amor de familia

El amor sincero

el amor de Dios 10

La lectura del Evangelio de hoy nos recuerda que los intentos mediocres y vagos de amar a Dios y servirlo son muy poco satisfactorios. No es solamente porque Dios nos extraña cuando no estamos completamente presentes con él. Es también porque la fe mediocre no es suficiente fe para ayudarnos en los tiempos difíciles.

La fe sincera es lo que nos permite amar a los demás cuando ellos son difíciles de amar, COMO nos amamos a nosotros mismos. La palabra "como" es esencial. Nosotros no podemos amar a los demás más de lo que nos amamos a nosotros mismos, y no podemos amar a Dios más de lo que amamos a los demás, por que lo le hacemos a los demás se lo estamos haciendo a Dios. Y lo que nos hacemos a nosotros mismos se lo estamos haciendo a Dios.

¿Cuán bien te cuidas a ti mismo? Si no eres bueno contigo mismo, el ser bueno con los demás trae resentimiento dentro de ti, y ahora tu bondad llega a ser un pecado. Igualmente, si atendemos más nuestras propias necesidades que las necesidades de los demás, el egoísmo nos separa de Dios tanto como nos separa de las personas que estamos descuidando.

Para romper el ciclo del amor a medias, necesitamos permitir que el amor de Dios nos consuma. Este es el primer paso para amarnos en una manera justa y sana. ¿Qué está haciendo él para cuidar de ti en este momento? ¿Qué QUISIERA él hacer que no le permites hacer porque estás demasiado ocupado o tienes miedo de ser egoísta o piensas que no te lo mereces?

Necesitamos comenzar cada día con un tiempo a solas con Dios para que podamos ponernos en contacto con su amor por nosotros y nuestro amor por él.Debemos hacer esto antes que algo suceda que quizás desafíe nuestro consentimiento a amar a los demás, a nosotros mismos o a Dios con todo nuestro corazón. ¡Leer estas reflexiones no es suficiente! ¿Has meditado en su amor en un ambiente pacífico?

El segundo paso, mientras estamos todavía en oración de la mañana, es de permitir que el amor de Dios por las demás personas nos consuma. Si hay alguien en tu vida hoy que es muy posible que te cause problemas, pasa un tiempo poniéndote en contacto con el amor de Cristo para esa persona. El murió por los que nos causan problemas. El llora por ellos. El desea abrazarlos y curarlos y dirigirlos a las alegrías de vivir sagradamente.

El tercer paso es de decir sí a darles más de lo que recibimos de ellos. Decimos sí a permitir que nuestro amor sea consumido por las personas que nos necesitan o que nos molestan. Esto no significa olvidarnos de nuestras propias necesidades. Sin embargo, si significa ir a la cruz por los demás, como lo hizo Jesús. Significa que en vez de demandar recibir tanta bondad de los demás como nosotros les damos a ellos, nosotros estamos dispuestos a darles aun más. Ahí es cuando nos damos cuenta del amor sincero de Dios para nosotros. Si pedimos a Dios que viva en los hoyos enormes que han dejado los demás, nosotros tenemos más espacio para su presencia que mora en nosotros.

¡Dios te ama con todo su corazón, con toda su alma, y con toda su mente! En la Eucaristía, nosotros consumimos este amor enteramente-Dios, este amor interminable e infinito. Y a hacer así, nosotros consumimos su amor por los demás. Nosotros entonces llegamos a ser la Eucaristía para los demás cuando le damos este amor a todos alrededor de nosotros. Llegando a ser lo que recibimos, tenemos mucho más que dar de lo que podemos imaginarnos.

Reflexión de Las Buenas Nuevas Viernes de la Vigésima Semana del Tiempo Ordinario 19 de agosto, 2011

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org , registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2011. Para obtener permiso para reenviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor© 2011 por Terry A. Modica

"Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"

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"Si queremos evangelizar al mundo, cada uno de nosotros debe empezar por tratar de convertirse en santo."

~ Arzobispo John Patrick Foley

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Lecturas del Dia
Ruth 1:1, 3-6, 14b-16, 22

Salmo 146 :( 1b) 5-10

Mateo 22:34-40

¿Por qué perdonar 70 veces 7?

el perdon

Si las personas no fueran tan frustrantes, Pedro no hubiera hecho la pregunta que él hizo en el pasaje del Evangelio de hoy y no tendríamos necesidad de perdonar a los demás una y otra Y otra VEZ. ¿Una vez debe ser suficiente, no crees? Después de haber sido lastimado y después escoger generosamente perdonar de todas maneras, debemos ser recompensados con el placer de ver a nuestro enemigo llegar a ser amable con nosotros, ¿verdad?

El problema es que las personas no cambian tan rápidamente como nosotros quisiéramos y algunas personas no cambian nunca, por lo menos no que lo podamos ver. Para nosotros obedecer a Jesús y perdonarlos setenta veces siete veces, tenemos que hacer una decisión consciente de respetar y amar a las personas de la manera que son en este momento, aún, si desaprobamos y no nos gusta lo que ellos hacen. Si ellos nunca mejoran, ¿podemos amarlos de todas maneras?

¿Y qué tal si su falta de mejorar nos causa más problemas?

El perdón no está basado en lo que hacen los demás, sino en lo que nosotros necesitamos. El perdón nos libera del control que sus pecados tienen sobre nosotros. Es una decisión de proteger nuestra alegría en lugar de permitir que los demás controlen nuestros sentimientos. Y para que esto suceda, nuestro perdón debe ser sincero. Podemos decir con los labios que hemos perdonado a los demás, pero si nuestra felicidad depende de que los demás cambien, entonces permanecemos frustrados y enojados. El enojo que persiste es una señal de que nuestro perdón es sólo de labios para fuera.

La alegría por medio del perdón dependiente de Dios, no en lo que los demás hacen o no hacen. Nosotros escogemos perdonar basándonos en el amor que Dios tiene por los pecadores, no en si ellos se lo merecen. Y después porque nosotros les hemos dado misericordia, nosotros recibimos la misericordia de Dios y somos liberados de las cadenas emocionales que nos han atado a los efectos dañinos de sus pecados.

Si nosotros no perdonamos, somos como el sirviente malvado en la parábola de Jesús. El rogó y recibió el perdón, pero después él trató a los demás de la manera que él mismo no quería ser tratado. Cualquier sentimiento de frustración que persiste en nosotros es evidencia de que nuestro amor por los demás, -nuestra bondad, nuestra paciencia, nuestra misericordia-, es condicional, basada en que como ellos nos tratan. Dios no está allí.

Para protegernos de que la frustración regrese, tenemos que examinar por qué nos sentimos lastimados: Nuestras necesidades no están siendo cumplidas. Mientras sigamos anhelando que los demás satisfagan esas necesidades, nos sentiremos lastimados una y otra vez. Sin embargo, NADIE excepto Dios puede satisfacer todas nuestras necesidades. ¡A menos que busquemos a Dios para nuestra alegría, nuestras frustraciones corren peligro del controlarnos hasta el día que nos muramos!

Mantén tus ojos en Jesús. Los demás no pueden ni te darán todo lo que tú necesitas. Jesús es el único que te puede amar completamente. Aunque toma toda una vida para abrirnos completamente a su amor, siempre que alguien nos falle, debemos verlo como un regalo, una nueva oportunidad para permitir que Jesús nos sostenga y nos cuide. Cuándo permitimos que Jesús satisfaga nuestras necesidades, es mucho, mucho más fácil perdonar a los demás - UNA VEZ MAS.

manos pidiendo perdon

Reflexión de Las Buenas Nuevas

11 de agosto, 2011

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org , registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2011. Para obtener permiso para reenviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor

© 2011 por Terry A. Modica
Jueves de la décima novena semana del Tiempo Ordinario

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"Una hora de visita al SANTISIMO a la semana nos da la gracia de vivir 168 horas felizmente"

(Solo 1/168 parte del tiempo semanal)

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~ Arzobispo John Patrick Foley