Cultivando semillas que dan frutos






Hoy, algo va a sucederte que te dará la oportunidad de tocar la vida de alguien con el amor de Dios. Si conscientemente eliges sacar lo mejor de la situación, te sentirás desafiado, tal vez un poco nervioso o intimidado, pero experimentarás la alegría de hacer una diferencia para el reino de Dios. ¡Y te sorprenderás de lo bien que lo harás!

Tú eres como la semilla en el pasaje del Evangelio de hoy. Las circunstancias de la vida te han fertilizado, regado, cultivado tu suelo. Con el tiempo, la semilla brotó, la planta creció, y las flores comenzaron a producir buenos frutos.

Cada día, todos encontramos pequeñas, y a veces grandes, oportunidades de servir en el reino de Dios. No necesitamos ser voluntarios de tiempo completo, o empleados pagos de la Iglesia para trabajar por Dios. Él toca al mundo a través de nosotros en nuestros hogares, nuestros lugares de trabajo, nuestras parroquias, en la verdulería, en la congestión del tráfico, en internet, y en cualquier lado que estemos.

¿Alguna de tus semillas se ha convertido en un árbol que se ha marchitado por descuido o que ha sido derribado por otros? Esto nos sucede a todos. La buena noticia es: De cada árbol muerto queda, al menos, una fruta, arrugada y apenas pendiendo de una rama sin vida, pero guardando, secretamente, una semilla valiosa

Debemos tomar esas frutas desagradables y muertas, y plantarlas en la tierra fresca y cultivada de hoy. Una nueva vida, seguramente, brotará de la tierra. Un nuevo árbol crecerá y será más alto y más fuerte y más abundantemente fructífero que el árbol del que provino, porque la putrefacción del árbol original, ahora ha fertilizado el suelo.

Por ejemplo, estas Reflexiones diarias de la Buena Nueva, nunca habrían comenzado si no hubiera sido por la destrucción del primer árbol de Good News Ministries, causada por las adicciones y comportamiento enfermizo de nuestro primer capellán. Mientras buscábamos un nuevo campo para sembrar (en 1999), comencé a compartir mis reflexiones sobre las lecturas de Misa con unos pocos amigos, a través del correo electrónico. Este árbol joven creció y se ha convertido en este fuerte ministerio de más de 15.000 suscriptores e incontable cantidad de lectores que recibieron estas reflexiones a través de suscriptores que las compartieron.

En cada cosa que te suceda hoy, recuerda: Tienes buenos frutos para compartir; Dios los ha estado nutriendo en su crecimiento. ¡Tú ESTÁS listo!



Reflexiones de las Buenas Nuevas

Viernes de la Tercera Semana del Tiempo Ordinario

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,  registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor
© 2013  por Terry A. Módica 

Lecturas de hoy:
2 Samuel, 1-10a 13-17
Salmo 51, 3-7.10-11
Marcos 4, 26-34



Sorpresa Espiritual .......Aqui




¿Estás escondiendo algún regalo?


comunidad de fe

¿Los dones que Dios te ha dado, se supone que deben ser guardados para ti mismo (es decir escondidos)? La lámpara en la lectura del Evangelio de hoy, es la luz de Cristo dentro de ti. Cada buen regalo que has recibido - tus talentos, el dinero que has ganado con esfuerzo, tu sabiduría, tu hogar, etc. - es un rayo de la luz de Cristo tratando de brillar fuera de ti.

¿Por qué escondemos nuestros dones a veces? Es porque pensamos que no son suficientes - no son suficientemente buenos, no están listos, o no son lo suficientemente humildes para mostrarlos a los demás y dejarlos brillar.

 ¡Somos cofres de tesoros llenos de regalos! Para compartir estos tesoros se requiere que nos expongamos nosotros mismos, abriendo la tapa y permitiendo a otros que miren dentro y tomen y usen los dones que puedan beneficiarlos. ¿Te hace sentir vulnerable este pensamiento?

 No podemos hacer mucho para el reino de Dios sin exponer lo que naturalmente queremos proteger. Jesús expuso Su espalda a los látigos flagelantes, Su cabeza a las espinas, y Su cuerpo al dolor de la cruz, porque ¡TE ama! ¿Estás dispuesto a exponer Su presencia dentro tuyo, compartiendo tus dones para que otros puedan descubrir que Jesús los ama a ellos también?

 Podemos aprender de la serpiente. Para reproducirse, la serpiente hembra debe calentarse a sí misma, por lo tanto yace sobre las rocas expuesta al sol. Este es un riesgo enorme, porque hay halcones dando vueltas buscando la cena. Nosotros también, debemos arriesgarnos a exponernos al "Hijo-Luz" de Dios, donde la gente pueda vernos, para que podamos reproducir el amor que nos ha sido dado. 

Exponer la luz que hay en nosotros significa compartir nuestros dones aun cuando no es conveniente. Significa ofrecer nuestros dones a otros, aun cuando resulte en rechazo y ridiculez. Significa que, cuando resultemos heridos por relacionarnos con los demás, en lugar de encerrarnos y escapar, elijamos volvernos más fuertes amando a los demás incondicionalmente.

 Cuando compartimos nuestras capacidades, compartimos a Jesús. Uno de los mayores regalos que recibimos es la verdadera presencia de Jesús en la Eucaristía, y, cuando permitimos que otros experimenten Su verdadera presencia dentro de nosotros, no convertimos en Eucaristía para ellos.

 Jesús no estaba bromeando cuando dijo: "Escuchen atentamente... A aquellos que tengan, se les dará más; a aquellos que no tengan, lo poco que tengan se les quitará." Tenemos dones, pero si nos comportamos como que no los tenemos, se convierten en inútiles e ineficaces; los perdemos.

 Por otra parte, "Con la medida que den, recibirán, y más aún." Cuanto más generosos somos al donarnos a los demás, más crecemos en nuestras capacidades. No obstante, ¡ningún beneficio para nosotros es tan fantástico como ver a otros recibir a Dios gracias a los dones que compartimos!   

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Jueves de la Tercera Semana del Tiempo Ordinario
Enero 30, 2014


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2014. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor @ 2014 por Terry A. Módica


 "la vida no se nos ha dado para que la conservemos celosamente para nosotros mismos, sino que se nos ha dado, para que la donemos. ¡Queridos jóvenes, tengan un corazón grande! ¡No tengan miedo de soñar cosas grandes!" Papa Francisco.
Lecturas del día:
                             2 Samuel 7, 18-19, 24-29
                  Salmo 132, 1-5.11-14 (con Lucas 1,32b)
                             Marcos 4, 21-25
Sorpresa Espiriual Aqui

Deja que la verdad penetre profundamente



En el salmo de hoy, el Señor dice: "Mi amor por mi siervo, será para siempre." ¡Por TI! ¿Puedes sentirlo? ¿Lo crees siempre, aun cuando los tiempos son duros y Él, aparentemente, no está respondiendo a tus plegarias?

Nuestras reacciones frente a las situaciones de la vida, revelan cuánto creemos verdaderamente que Dios nos ama y se preocupa por nosotros en todas las cosas, sin importar nada más.
Veamos por qué sucede esto; usando los diferentes tipos de suelos en la lectura del Evangelio de hoy.

 -A veces escuchamos la verdad sólo en la superficie (el camino), porque nos han endurecido las mentiras. Escuchamos la verdad, pero los vientos de distracción o confusión o falsas imágenes, la soplan fuera. Por ejemplo, escuchamos que Dios nos perdona cuando nos arrepentimos, pero pasamos un mal momento admitiendo nuestros pecados, porque cuando éramos niños no comprendíamos el amor que había detrás de un castigo que nuestros padres nos imponían. Por ello hoy, preferimos engañarnos a nosotros mismos pensando que un pecado no es pecado, con tal de evitar lo que en realidad es una imagen equivocada de nuestro Padre Dios.

-A veces aceptamos la verdad alegremente, pero la olvidamos cuando somos golpeados por adversidades o persecución (el suelo rocoso). Sentimos el amor de Dios únicamente cuando la vida es fácil. Cuando las rocas desgarran nuestros pies, nos olvidamos del amor de Dios y tratamos de lidiar con los problemas a nuestra manera. Nos deshacemos de la persona que está lastimándonos, o saltamos a las soluciones sin orar pidiendo discernimiento, o nos enojamos con Dios en lugar de asociar nuestros sufrimientos a la Cruz de Cristo.

-A veces escuchamos la verdad con poco entusiasmo. Dejamos que mundanidades, ansiedades, caprichos, etc., (las espinas) la arranquen. Sabemos del amor de Dios, pero somos descuidados para calmarnos lo suficiente para disfrutarla. Estamos muy atareados con nuestros propios planes, muy atareados solucionando problemas, muy atareados corriendo hacia las decisiones y realizando nuestros deseos. Fracasamos en esperar la sabiduría y el tiempo perfecto de Dios.

-Y a veces le permitimos a la verdad que penetre en las profundidades de nuestros corazones (la tierra rica), y de muchos frutos. Piensa en la riqueza de tu suelo. Fíjate qué está creciendo en tus circunstancias diarias. ¿Qué decisiones y comportamientos están produciendo el amor de Dios y la alimentación de otros? Aquí es donde verdaderamente crees que Dios te ama.

Para dejar que la verdad penetre profundamente, debemos extraer las mentiras en las que creemos y aprender por qué son falsedades. Debemos darnos cuenta que cada problema puede fortalecernos y que estamos más cerca de Cristo cuando abrazamos nuestras cruces, en lugar de soltarlas de una forma esquiva, buscando una vida más fácil. Debemos identificar nuestras mundanidades, dejarlas ir, y mantener nuestros ojos en Jesús. 


Reflexiones de las Buenas Nuevas
Miércoles de la Tercera Semana del Tiempo Ordinario
Enero 29, 2014


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,
© 2014 por Terry A. Modica
 
Las Bendiciones
"Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
Bendíganse en todo momento...
Al despedirse, al acostarse, al saludarse...

Vale la pena recuperar la bendición en la familia. "Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo", Que Dios te bendiga mi nieta querida, Que Dios te bendiga Yerno, Nuera y mi Espos@ adorad@, que Dios te bendiga.     
Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.   
"Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)


Lecturas del Día:  
1 Samuel 3, 1-10. 19-20
Salmo 40, 2.5.7-10
Marcos 1, 29-39


La voluntad de Dios




¿Alguna vez te has preguntado lo que quiso decir Jesús cuando su familia lo llamó desde afuera?.
Marcos menciona "desde afuera". Si ésto no fuera importante, no sería marcado. Cristo señalando a todos los que le rodean, dice que ésos son su madre y sus hermanos, los que hacen la voluntad de Dios.

A mí me hace pensar en mi papel como madre en función de mis hijos.

Para poder entender o aceptar las decisiones de nuestros hijos, debemos "entrar" hasta donde nuestros hijos desean llevarnos.
Debemos intentar acercarnos a su ambiente, a sus amigos, al entorno en que se mueven.
Podemos llegar a concluir, que están equivocados, pero debemos respetar sus decisiones. Yo me pongo a pensar en cuál fué la actitud de María la madre, ante ésa respuesta de su hijo. Y me la imagino callando y guardando en su corazón el dolor que tal vez le produjo, o la inquietud al ver hacia dónde se dirigían los pasos de su hijo. Era madre y las madres conocemos a aquellos que formamos.

Por supuesto que Jesús y María eran hijo y madre excepcionales y se amaban. La palabra de Dios nos dice que Jesús creció en  sabiduría. El era conocedor y respetuoso de la ley de Dios, de la voluntad de Dios. Lo vemos a los doce años en el Sanedrín hablando con los sacerdotes, vemos cómo aún en la cruz, se preocupa y se ocupa de su madre y sus discípulos.
El amor hacia su madre no tiene nada que ver con la respuesta que dió ante su búsqueda. Tiene que ver con el hacer la voluntad de Dios.

María seguramente aceptó calladamente y guardó todo en su corazón. Esto implica que después de la lucha interna y después de seguramente haberlo hablado con su hijo, terminó aceptando su voluntad.
María, a pesar de ser una mujer creyente como se muestra en los pasajes de la Biblia, debió tener dudas, debió intentar en algún momento intervenir al ver hacia dónde iba su hijo. Pero terminó aceptando con su "fiat", tal y como aceptó ante el anuncio del ángel el ser madre del hijo de Dios.

El salmo nos habla de la entrada del Rey de la gloria. La primera lectura, nos habla de David danzando y conduciendo el Arca al recinto que había dispuesto para ella; nos habla de que después repartió pan, carne y pastel de uva a cada uno y posteriormente cada uno se fué a su casa.

Así, la gente que rodeaba a Jesús lo recibió, lo condujo hasta el centro, repartieron y celebraron  y tiempo después, lo dejaron sólo ... en la cruz.

Eso María no lo sabía, pero lo intuía con ése amor que Dios depositó en el corazón de las madres a sus hijos. Ella seguramente sabía cada paso que daba su hijo ; escuchaba las noticias de sus constantes y cada vez más fuertes enfrentamientos con los fariseos y escribas y seguramente fué a buscarlo con el corazón angustiado.

Y sin embargo, calló y aceptó.

Como padres o madres, ¿cuántas veces hemos aceptado las decisiones de nuestros hijos, quienes a pesar de nuestros intentos se empeñan en hacer aquello que nos hace sufrir?
Y no son Jesús, que sabía lo que hacía. Sino que son tercos y aferrados. Como la madre de San Agustín, sólo nos queda finalmente callar, orar y rogar a Dios que los cuide y no los deje de su mano.

Reflexiones de las Buenas Nuevas

Las Bendiciones

Bendíganse en todo momento, al despedirse, al acostarse, al saludarse...
Vale la pena recuperar la bendición en la familia. 
"Que Dios te bendiga, hija. Que Dios te bendiga, hijo",
 Que Dios te bendiga mi nieta querida, 
 Que Dios te  bendiga Yerno, y mi Esposo adorado, que Dios te bendiga. 
Juntos, como familia, celebrar los dones que Dios nos da cada día. 
Bendecir los alimentos, bendecir la casa, bendecir el trabajo, es rogar juntos para que, todo lo bueno que Él nos da, nos fortalezca y nos haga vivir como hijos e hijas suyos.
 "Bendigan, porque ustedes mismos están llamados a heredar una bendición" (1 Pe 3,9).
 "Dijo el Señor a Abram: Yo haré de ti una nación grande y te bendeciré. A Saray, tu mujer, yo la bendeciré y de ella suscitaré naciones" (Cfr. Gén 12,1-2; 17,15-16)




Lecturas del Día


Samuel (6,12b-15.17-19)
Sal 23,7.8.9.10
Marcos (3,31-35)

¿Has sido acusado falsamente?




Jesús nos advierte en el pasaje del Evangelio de hoy que "...quien blasfeme contra el Espíritu Santo nunca tendrá perdón. Permanece culpable para siempre." ¿Está hablando de un pecado que tú o yo podríamos cometer? ¿Estamos en peligro de ir al infierno por un pecado imperdonable?     

Toma un profundo suspiro de alivio; la respuesta es no - no, porque esta escritura es sobre el pecado de los demonios. 
El Espíritu Santo es el Espíritu de la Verdad, y blasfemar al Espíritu Santo significa conocer totalmente la verdad pero aún, deliberadamente, conscientemente, libremente elegir rechazarla. Los seres humanos no tienen el poder mental suficiente para comprender la verdad tan cabalmente, pero los ángeles fueren creados en la plenitud de la verdad. Algunos de ellos hicieron la decisión permanente de vivir alejados de Dios, totalmente conscientes de lo que estaban abandonando, para ser sus propios dioses. Estos son los ángeles caídos, y para ellos no hay redención.

Nosotros los seres humanos podemos ser redimidos porque pecamos por ignorancia, es decir, no comprendemos totalmente la verdad que estamos rechazando. Sólo los ángeles tienen la capacidad de elegir a sabiendas y totalmente conscientes, rechazar al Espíritu de la Verdad - eso es, aparte de Jesús mismo, quien se convirtió en ser humano para poder ser tentado como nosotros, y libremente elegir abrazar y obedecer al Espíritu de la Verdad en nombre nuestro.

Jesús menciona el eterno pecado como respuesta a la acusación en la que lo juzgaban como si Él estuviera "poseído" por un espíritu impuro (Belcebú). La acusación era absurda, no sólo porque Jesús era Dios, sino porque estaba - como un hombre - lleno de seguridad en la verdad de Dios y en la vida de santidad. No tenía baja autoestima, ni sentimientos de inferioridad falseando Su comprensión de la verdad, como nosotros. No tuvo una programación equivocada en su niñez, que desvirtuó Su comprensión de la verdad, como nosotros lo hemos tenido.

Cuanto más crecemos espiritualmente y más intentamos parecernos a Jesús, más ganamos nosotros mismos en la sana confianza y en la claridad de entendimiento. Cuando somos debilitados por las dudas, es una oportunidad de confiar en la verdad y abrazarla, aún mientras estamos luchando para entenderla, y esto nos hace madurar y fortalecer nuestra fe. 

Yo sospecho que cuando la gente acusó a Jesús de trabajar para Satanás, Él lo encontró absurdamente gracioso. Cuando somos acusados falsamente, deberíamos manejarlo con el mismo buen humor. Yo he sido acusada de ser una bruja: una hechicera, adoradora de la naturaleza, bruja invocadora-de-diosas. ¿La razón para esta acusación? Estaba guiando a las personas fuera del ocultismo, a través de mi libro "Venciendo el Poder de lo Oculto" (ver http://gnm.org/books.htm) y a alguien no le gustó. La acusación era tan ridícula que era para reírse.

¿Puedes ver la ridiculez de las falsas acusaciones hechas en contra tuyo? Si NO son ridículas, es hora de ir al Sacramento de la Confesión. Pero SI SON ridículas, ríete y sigue con tu vida. Tu así llamado "pecado" es probablemente, lo que está cometiendo el acusador en su propia vida, así que quédate en paz contigo mismo.


Reflexiones de las Buenas Nuevas
Lunes de la Tercera Semana del Tiempo Ordinario
Enero 27, 2014


Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2014. 

Lecturas de hoy:
2 Samuel 5, 1-7.10
Salmo 89, 20-22.25-26
Marcos 3, 22-30

Lidiando con los celos de los demás




¿Ha estado alguien celoso de ti por tu relación con Dios? Tal vez alguien piense que Jesús está llevándose mucho de tu tiempo. Tal vez seas criticado por estar contra el aborto o por tomar otra posición moral, ya que tus perseguidores no quieren enfrentar la verdad mientras que sus conciencias, bien en lo profundo, reconocen que estás en lo cierto. Tal vez se sienten inferior a ti o condenados por tu fe.
Esto es lo que le pasó a David. La determinación de Saúl de matar a David brotó en un cantero de celos que creció fuera de control debido a la popularidad de David. Y aún, David nunca dejó de amarlo. Semejante santidad únicamente irritó a Saúl aún más.

Los celos hacen que todo parezca torcido y pervertido. Si Saúl no hubiera estado celoso, podría haber visto la fidelidad y amistad de David. Se podría haber beneficiado de su servicio por muchos años más, pero en su lugar lo alejó a empujones.

¿Quién ha estado apartándote a empujones? Están haciendo esto porque se sienten amenazados por ti, igual que imaginó Saúl que David estaba amenazando su derecho a ser rey. Los celos hacen a las personas temerosas de nosotros tomando un trozo de verdad y convirtiéndolo en algo que no es. En el caso de David, él era el elegido de Dios para ser el segundo rey de Israel, pero no deponiendo al primero de su trono como sospechaba Saúl.

Cuando no podemos convencer a otros de nuestras buenas intenciones y que confíen en nosotros, debemos poner nuestra confianza en Dios, como lo hizo David en la primera lectura de hoy. Debemos amar a nuestros enemigos y hacerles el bien, debemos perdonarlos por los problemas que nos causan, y debemos esperar el tiempo perfecto de Dios para que nuestra reputación - y tal vez nuestra relación - sea restaurada. Sé lo dolorosa que puede ser una larga espera, pero el plan de Dios nunca será apartado por nadie permanentemente.

La peor parte de esperar es causada por nuestro propio hundimiento: basamos nuestra felicidad en cómo otros nos tratan. Y nos vemos a través de sus ojos en lugar de los ojos de Dios. Si te encuentras a ti mismo cayendo como presa de la visión distorsionada de tu perseguidor y empiezas a dudar de tu bondad, recuerda que Jesús te ha llamado a ti como lo hizo a los primeros apóstoles en la lectura del Evangelio de hoy. Este gran Rey está de TU lado. Cualquiera que no esté de Su lado tiene motivos para estar celoso de ti.

Sigue amando a tus enemigos. David fue amable con Saúl aún durante las diatribas contra él, aún durante los muchos años de peleas, aún cuando tuvo la oportunidad de matar a Saúl y terminar las persecuciones. A menudo, debemos apartarnos de esos que nos hieren, como lo hizo David, pero nunca debemos dejar de amarlos. Dios nos honrará por ello, como lo hizo con David, y, eventualmente, mucho bien obtendremos de nuestras experiencias.

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Viernes de la Segunda Semana del Tiempo Ordinario
Enero 24, 2014< En memoria de San Francisco de Sales  Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html,  registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2013. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a
© 2013  por Terry A. Módica 


Lecturas de hoy:

1 Samuel 24, 3-21
Salmo 57, 2.3-4.6.11
Marcos 3, 13-19
Reflexiones para el Alma

11. Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo
12. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.
13. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.
Sorpresa Espiritual 

En San Mateo 15, 21-28, la mujer cananea se acerca al Señor pidiendo al menos, como un perro, las migajas del Señor. Hay muchas mujeres que se pueden sentir también sin derechos, fuera de Israel, como esas sin papeles o que no pertenecen a la historia del lugar donde residen. A pesar de las pruebas que le hace pasar el Señor ella confía con una fe enorme e insiste al Señor en su petición. Así me quiere a mí el Señor.


En el tiempo de Dios



  
 

Ten paciencia


 Cuando haces una oración de petición, ¿qué tan rápida es la respuesta que esperas de Dios? Nuestro deseo natural es quererla ¡YA! Pero humildemente pedimos: "Muy bien Dios, si ahora no es el mejor momento para contestar esta plegaria, ¿qué tal dentro de dos segundos?"

Nuestra tecnología moderna nos enseña impaciencia. Hornos a microondas parecían milagrosos cuando yo era una joven adulta recién casada; hoy, ni siquiera eso es lo suficientemente rápido para nosotros. ¿Qué estamos haciendo con los pocos segundos que toma descargar una página web desde internet? Le hablamos a la pantalla - "¡Vamos! ¿Por qué te tardas tanto?" Podríamos haber usado ese tiempo para hablar con Dios.

En la primera lectura de hoy, David estaba comenzando a experimentar un gran conflicto con el hombre a quien amaba como a su propio padre. Saúl estaba irracionalmente celoso de él. El amigo de David, Jonathan, trató de intervenir, pero este conflicto duraría varios años, poniendo en peligro la vida de David y llevando a una guerra civil que destruiría innumerables vidas y dividiría el gran reino.

¿Cómo te sientes cuando tratas de rescatar a un amigo de sus problemas y tu ayuda no da resultado? ¿Piensas que, tal vez, no trataste lo suficiente? Bueno, tal vez Dios no quiere que se solucione el problema tan rápido o de la manera que tú trataste de solucionarlo.

¿Cómo te sientes cuando alguien te causa problemas, como hizo Saúl que arruinó la buena relación que él y David solían tener? Si tú eres como yo, tu oración es: "Dios, puedes ver esta horrible situación, por favor ocúpate de ella. Ya sea 1) cambia a la persona ahora, o, 2) cambia a la persona dentro de dos segundos, o 3) ¡saca a esa persona de mi vida!"

Pero las mejores respuestas a nuestras oraciones no llegan rápidamente. Las soluciones rápidas son formas fáciles, maneras haraganas, maneras según la naturaleza humana. Atajos en el camino al cielo hacen más daño que bien.

Cuando una relación en Dios se torna amarga (no estoy hablando de relaciones que Dios nunca quiso para nosotros), Dios permite que el sufrimiento dure un tiempo - no por el simple hecho del dolor (Él no es un sádico, y sufre cuando nosotros sufrimos, mucho más que nosotros) - sino por el bien del camino de la otra persona y por el bien de nuestra propia purificación. Él quiere flexibilizarnos y expandir nuestra habilidad de amar a otros en toda circunstancia.

Cuando amar es fácil, ¿qué mérito hay en ello? Pero cuando una persona se torna difícil de amar, allí es cuando nos volvemos más como Jesús, que sufrió de amor por ti y por mí con gran pasión. ¿Cuán serio eres en tu compromiso para parecerte a Jesús? ¡Gracias a Dios por Su sabiduría al protegernos de soluciones rápidas! 

Reflexiones de las Buenas Nuevas
Jueves de la Segunda Semana del Tiempo Ordinario
Enero 23, 2014



Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Módica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. USA. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/ReflexionesDiarias/index.html, registrada en el registro de propiedad literaria (c) 2014. Para obtener permiso para re enviar este o imprimirlo o copiarlo, vaya a Derechos de autor @ 2014 por Terry A. Módica
 Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.
                                                                        Apocalipsis 3,20


                                        Lecturas del día:
                                1 Samuel 18, 6-9; 19, 1-7
                               Salmo 56, 2-3.9-13 (con 5b)
                                        Marcos 3, 7-12